Páginas inspiradas | Remi Brague, 'Universidad católica: una tautología'

Hace apenas unos meses, el profesor Remi Brague fue investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad CEU San Pablo. La editorial CEU Ediciones ha recogido el discurso que pronunció en esta celebración, con el título Universidad católica: una tautología:

El mismo proyecto de una universidad, es decir, el cultivo de saberes desinteresados, echa sus raíces en la cosmovisión cristiana. ¿Por qué tendríamos que estudiar lo que no sirve para nada?, por ejemplo, la literatura, la astronomía, la lógica, la matemática pura, y la filosofía.

Sólo tiene sentido para quien cree que saber es una cosa buena en sí, que adquirir saber es un afán que merece la pena, que tiene un valor en sí mismo. Pero es así, porque el objeto del saber, la realidad, es interesante en sí misma. Y, por consiguiente, obtener el saber, es decir, conocer la verdad, es tener algo bello. No hay ninguna «verdad sospechosa». Se puede comprender tal afirmación por medio de una doctrina de la escolástica medieval que se conoce, en expresión técnica, como la convertibilidad de las propiedades transcendentales del Ser. De forma más sencilla: todo lo que es, todo lo que existe, es al mismo tiempo verdadero y bueno. La verdad se convierte en la bondad.

Un mundo creado por un Dios benevolente, un mundo que Dios ha encontrado digno de ser salvado, un mundo en el cual vive un hombre redimido y abierto a la santidad, debe ser un mundo interesante, digno de nuestro interés a causa de su belleza exterior, reflejo de una bondad interior.

El hombre tiene una herramienta que le permite percibir esta verdad de las cosas. Se trata de la razón. Según la fe cristiana, el mundo es la obra de un creador racional, de modo que la razón humana, imagen de la razón creadora, puede entrar en diálogo con las semillas de la razón esparcidas en el cosmos y recogerlas.