Tolkien, la vida real detrás del creador del mundo fantástico de 'El Señor de los Anillos'
Al buscar en el Oxford English Dictionary la letra «W» hay que recordar que fue Tolkien el encargado de indagar el origen de las palabras que empiezan por esa letra y recoge el diccionario
Sería quedarse corto hablar de Tolkien solamente como un escritor de ficción, aunque haya sido el creador del mayor mundo fantástico de la literatura contemporánea. Antes que novelista fue filólogo, lingüista, poeta y un amante empedernido del mundo medieval. Por ello la realidad que vivió está a la altura de las historias que creó en El Señor de los Anillos, El hobbit o El Silmarillion.
Hace 50 años, el 2 de septiembre de 1973 el autor de la Tierra Media murió a los 81 años por una neumonía que contrajo durante su tratamiento de úlcera gástrica. Su legado literario y personal aumentó mucho más tras su fallecimiento, sus novelas se siguieron traduciendo y leyendo en todo el mundo y The Times lo consideró el sexto mejor autor de toda la historia de Inglaterra.
John Ronald Ruel Tolkien nació en la ciudad de Bloemfontein (Sudáfrica) el 3 de enero de 1892, en una familia acomodada en la que su padre, Arthur Tolkien, se dedicaba al mercado de diamantes y piedras preciosas que después vendía al Banco de Inglaterra. Mabel, su madre, era la encargada de educar a John y a su hermano Hilary, y les enseñó a leer, escribir y las bases del latín.
La vida era cómoda, pero Mabel no aguantaba el clima africano y decidió marcharse a Inglaterra con los niños. Un año después llegó la noticia de que su marido había fallecido por una fiebre y la familia se quedó sin ingresos rápidamente. No tuvieron otra opción que mudarse a Birmingham, donde les acogió la familia materna. Poco tiempo después se mudaron a Sarehole, una zona mucho más campestre y llena de naturaleza que John grabó en su mente de tal forma que años después la utilizó para imaginar Hobbiton y otros escenarios de sus novelas. Ya desde muy joven fue un fervoroso lector, pasaba los días leyendo los cuentos de hadas y leyendas medievales editadas por Andrew Lang, unos textos que, según reconoció, le marcaron de por vida.
De nuevo, su vida sufrió un nuevo revés. La familia materna renegó de su madre porque se convirtió al catolicismo, por lo que volvieron a tener dificultades económicas. Aunque el mayor golpe que sufrieron los dos hermanos fue la muerte de su madre por diabetes en 1904. Cumpliendo los deseos de Mabel, John y Hilary quedaron a cargo del Padre Francis Xavier Morgan, un sacerdote católico hispano-británico que pertenecía al Oratorio de San Felipe Neri en Birmingham.
El sacerdote quiso que los hermanos se centraran en sus estudios y prohibió al joven Tolkien cualquier relación hasta que cumpliera 21 con Edith Mary Bratt, una joven de la que se había enamorado cuando tenía 16 años. John continuó su formación en el King Edward’s School, donde demostró una facilidad prodigiosa para los idiomas. A lo largo de su vida aprendió más de siete idiomas: inglés, inglés antiguo, latín, griego, galés, finlandés, gótico, islandés, noruego y alemán antiguos. Durante su estancia en el colegio también consiguió formar un grupo de amigos del que estaba muy orgullo porque todos compartían el placer de la lectura.
En 1911 crearon un club de intelectuales al que llamaron Tea Club and Barrovian Society (T.C.B.C) donde se juntaban para tomar té y debatir en el local Barrow. Al terminar la escuela, consiguió entrar en la Universidad de Oxford para estudiar Literatura inglesa, aunque después se cambió a Lenguas clásicas y Filología. También fue admitido en uno de los colleges más prestigiosos de Oxford, el Exeter Collage. La tenacidad y paciencia de John obtuvo sus frutos. En 1916, en cuanto cumplió 21 años escribió una carta de matrimonio a su amada Mary Bratt, de la que había estado separado todos estos años. Mary estaba a punto de casarse con otro hombre, pero le dejó sin pensarlo en cuanto leyó la carta de Tolkien. El 22 de marzo de 1916, Mary y John se casaron en Warwick, aunque no pudieron disfrutarlo porque el filólogo fue llamado a filas ese mismo año.
Tolkien participó en la Primera Guerra Mundial con el rango de teniente segundo en el Batallón de fusileros de Lancastershire y lo enviaron a las trincheras de Francia, donde fue uno de los afortunados que sobrevivió a la batalla del Somme. Vio morir a todos sus amigos de la T.C.B.C que también se habían enrolado, sufrió la fiebre de las trincheras y le dieron de baja en el servicio activo.
Esta experiencia marcó su vida y su literatura porque mientras padecía la enfermedad empezó a redactar el Silmarillion. Una vez terminada la guerra su pasión por el mundo medieval y las sagas se convirtieron en su profesión. Enseñó lengua inglesa en la Universidad de Leeds, en 1925 regresó a Oxford para impartir clases de anglosajón en el Pembroke Collage, momento en el que empezó a escribir El Hobbit. También fue profesor de nórdico antiguo en la misma universidad. Como investigador universitario se centró en la traducción de poemas y sagas anglosajonas al inglés moderno. Cuando no estaba dando clase o corrigiendo exámenes se dedicaba a leer nórdico antiguo junto a Los Coalbitters, un nuevo grupo intelectual que él mismo formó con la idea de pasas un buen rato leyendo los textos vikingos.
Desde entonces, dedicaría todo lo aprendido a crear ese universo de El Señor de los Anillos, que partía de la creación de un lenguaje nuevo, inventado por él, y una ambientación inspirada en la campiña inglesa, los montes suizos y las sagas medievales. Sin embargo, no fue hasta 1954 cuando se publicó El Señor de los Anillos, una obra que lo llevó al estrellato de la literatura fantástica y le permitió publicar El Silmarillion de manera póstuma por su hijo en 1977.
En 1959, su éxito literario le permitió jubilarse y vivió plácidamente en el pueblo de Bournemouth junto a su mujer. Muchos han querido ver en su obra un reflejo de los conflictos del siglo XX, pero Tolkien ya dijo que quería reflejar un conflicto de todos los tiempos, puede que en esa afirmación esté parte de su éxito.