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El escritor noruego Jon Fosse

Sorpresa en el Nobel de Literatura: gana uno de los favoritos, el noruego católico Jon Fosse

La Academia Sueca concede el máximo galardón al dramaturgo, uno de los grandes exponentes de la literatura mundial: «Para mí, escribir es como rezar»

Desde hace años, Jon Fosse, uno de los dramaturgos más reconocidos a nivel mundial, suena como favorito en la quiniela de los Nobel de Literatura. Hoy ha ganado el máximo galardón literario.

Como afirma el crítico literario de El Debate, Fernando Bonete, Jon Fosse es el dramaturgo europeo vivo más representado: mil obras en más de cuarenta idiomas. Su narrativa, condensada en español en dos obras, Trilogía y Septología, terminarán convirtiéndose en clásico absoluto de nuestro siglo.

"Fosse tiene una voz propia inconfundible, inimitable, y crea una experiencia de lectura única. Ligeramente vanguardista, su lirismo es conmovedor. La intimidad con que consigue arropar al lector es incomparable. Su obra es el testimonio actual más importante de la presencia de Dios en la literatura; es el gran escritor católico de nuestros días. Reúne, además, todos los grandes temas que hacen de la literatura un tesoro para el corazón: la fe, el amor, la muerte, la inocencia y la culpa, el destino, la búsqueda, la libertad. En una entrevista dijo: 'Para mí, escribir es como rezar'», afirma Bonete.

El autor noruego Jon Fosse ha sido elegido «por sus innovadoras obras de teatro y su prosa que dan voz a lo inefable», según ha anunciado la Academia Sueca en Estocolmo. Nacido hace 64 años en la costa oeste de Noruega, Fosse es uno de los autores más importantes en la actualidad. Hasta a 40 idiomas ha sido traducida su obra. Raudt, svart (1983) es el nombre de su primera novela y desde entonces ha escrito más de cincuenta obras entre teatro, novela, poesía y ensayo.

Suicidio, dolor y grandes preguntas

Jon Fosse nació en 1959 en Haugesund, en la costa occidental noruega. Su inmensa obra, escrita en nynorsk y que abarca una gran variedad de géneros, consta de numerosas obras de teatro, novelas, poemarios, ensayos, libros infantiles y traducciones. Aunque hoy es uno de los dramaturgos más representados del mundo, también es cada vez más conocido por su prosa. Su primera novela, Raudt, svart (1983), tan rebelde como emocionalmente cruda, abordaba el tema del suicidio y, en muchos sentidos, marcó la pauta de su obra posterior.

La consagración europea de Fosse como dramaturgo llegó con la producción parisina de Claude Régy en 1999 de su obra Nokon kjem til å komme (Alguien va a venir, 1996). Incluso en esta obra temprana, con sus temas de anticipación temerosa y celos paralizantes, la singularidad de Fosse es totalmente evidente.

En su radical reducción del lenguaje y la acción dramática, expresa las emociones humanas más poderosas de ansiedad e impotencia en los términos cotidianos más sencillos. Gracias a su capacidad para evocar la pérdida de orientación del hombre y la forma en que, paradójicamente, ésta puede dar acceso a una experiencia más profunda y cercana a la divinidad, se le considera un gran innovador del teatro contemporáneo.

Al igual que su gran precursor en literatura nynorsk Tarjei Vesaas, Fosse combina fuertes lazos locales, tanto lingüísticos como geográficos, con técnicas artísticas modernistas. Incluye en sus afinidades nombres como Samuel Beckett, Thomas Bernhard y Georg Trakl. Según la Academia, Fosse comparte la perspectiva negativa de sus predecesores, pero no defiende un desprecio nihilista del mundo: «De hecho, hay una gran calidez y humor en su obra, y una ingenua vulnerabilidad en sus crudas imágenes de la experiencia humana».

«Minimalismo Fosse»

El escritor escribe novelas muy recortadas, con un estilo que se ha dado en llamar «minimalismo Fosse». En su segunda novela, Stengd gitar (1985), Fosse presenta una desgarradora variación de uno de sus principales temas, el momento crítico de la irresolución. Una joven madre sale de su piso para tirar la basura al vertedero, pero se queda encerrada con su bebé dentro. Necesita ir a buscar ayuda, pero no puede hacerlo porque no puede abandonar a su hijo. Aunque se encuentra, en términos kafkianos, «ante la ley», la diferencia es clara: Fosse presenta situaciones cotidianas que son inmediatamente reconocibles en nuestras propias vidas.

'Un nuevo hombre' es parte de la 'Septología' de Jon Fosse, publicada en España por la editorial De Conatus

Esta segunda obra trasluce «una sensación de inquietud y una poderosa ambivalencia», según han afirmado durante la concesión del premio. Esta ambivalencia aparecerá más tarde en su obra dramática, en la que es capaz de utilizar las pausas y las interrupciones para expresar esta incertidumbre y, además, cargarlas de emoción. En sus obras nos enfrentamos a palabras o actos que parecen incompletos, una falta de resolución que sigue preocupándonos.

La obra Natta syng sine songar (1998; La noche canta sus canciones, 2002) representa un dilema prolongado pero sin resolver en el que el impulso de la mujer de irse con un nuevo hombre se enfrenta constantemente a un contraimpulso, un «sí» matizado con la palabra clave «pero». El hombre al que ha abandonado acaba quitándose la vida, mientras que su nuevo pretendiente desaparece de su vista. No cabe duda de que la valentía de Fosse al abrirse a las incertidumbres y angustias de la vida cotidiana está detrás del extraordinario reconocimiento que ha recibido entre el gran público.

El escritor de la incertidumbre

Desde el principio de la obra Namnet de 1995 (El nombre, 2002), Jon Fosse presenta una situación cotidiana cargada de emoción. Una chica, joven y embarazada, espera al padre del bebé, que se ha retrasado. La tensión se construye aquí de inmediato debido a esta sensación de incertidumbre y a sus consiguientes frases fragmentarias. Además, estas interrupciones crean un abismo entre el anhelo de la chica por una nueva vida con su hijo y su ansiedad por haber sido abandonada por el padre.

Algo parecido ocurre en la desgarradora obra Dødsvariasjonar (2002; Variaciones sobre la muerte, 2004), una obra en un acto sobre una chica que se suicida, contada hacia atrás desde el momento de su muerte. Está escrita en locuciones breves e interrumpidas pronunciadas por seis personajes anónimos de distintas generaciones, tanto vivos como muertos. La obra termina con un discurso profundamente conmovedor de la hija, pronunciado desde el otro lado de la tumba, en el que expresa una incertidumbre fundamental sobre si su decisión de quitarse la vida fue la correcta.

Jon Fosse, en su despacho de Austria, donde también tiene residenciaEditorial De Conatus

En Skuggar (Oscuridad, 2007), Fosse escenifica una serie de reencuentros durante los cuales se repiten las mismas frases sencillas con una ambigüedad explícita. Como dramaturgo, Fosse suele respetar la unidad de lugar, pero rompe la unidad de tiempo. De hecho, el lugar en el que los personajes anónimos se encuentran después de muchos años les es a la vez desconocido y bastante desconcertante. Este escenario intemporal creado por el propio Fosse constituye un telón de fondo emblemático para sus encuentros dramáticos.

En su obra anterior, Draum om hausten (1999; Sueño de otoño, 2004), presenta una magistral representación del tiempo en varias capas. El escenario es un cementerio en el que un hombre –parece que por casualidad– conoce a una mujer. En realidad, han pasado su vida juntos, una experiencia compartida llena de amor, pasos en falso y sueños no realizados. También en esta obra se entrelazan casi a la perfección diferentes capas temporales en las que los demonios del pasado acechan a los vivos.

Espacio para la esperanza

Un ejemplo notable de su prosa temprana es la novela corta Morgon og kveld, de 2000 (Mañana y tarde, 2015). Escrita en medio de un intenso periodo de producción dramática, puede que sea su obra más esperanzadora. Una mañana, la percepción de la realidad del anciano protagonista Johannes comienza a disolverse de forma extraña, y comprendemos que va a morir. Y, sin embargo, tanto en este proceso como tras su muerte, hay un tono de reconciliación, aunque las cuestiones que surgen en el intermedio entre la vida y la muerte siguen sin resolverse.

Junto con sus pausas, interrupciones y negaciones, las preguntas son profundamente características del lenguaje de Fosse. Su novela de 2004 Det er Ales incluye 200 preguntas en el espacio de sólo 70 páginas.

Una obra central en prosa es Trilogien (Trilogía, 2016), compuesta por Andvake (2007), Olavs Draumar (2012) y Kveldsvævd (2014). Se trata de una cruel saga de amor y violencia con fuertes alusiones bíblicas, ambientada en el árido paisaje costero en el que se desarrolla casi toda la ficción de Fosse. Fosse recibió el Premio de Literatura del Consejo Nórdico 2015 por este relato de gran dramatismo y tensa factura.

'Trilogía', de Jon Fosse

La obra magna de Fosse en prosa, sin embargo, sigue siendo la Septología tardía que completó en 2021: El otro nombre I (volumen I ), El otro nombre II ( volumen II) Yo es otro (volumen III-V) y Un nuevo nombre ( volumen VI-VII); este último tomo quedó finalista en el International Booker Prize 2022. La novela, de 1.250 páginas, está escrita en forma de monólogo en el que un artista anciano se habla a sí mismo como si fuera otra persona. La obra avanza aparentemente sin fin y sin pausas, pero se mantiene formalmente unida por repeticiones, temas recurrentes y un lapso de tiempo fijo de siete días. Cada una de sus partes se abre con la misma frase y concluye con la misma plegaria a Dios.