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El expolio nazi (Raubkunst) fue una serie de obras de arte robadas durante el período del nacionalsocialismo

Alemania se suma al revisionismo histórico y amplía la comisión de «arte saqueado por los nazis»

La ministra alemana de Cultura, Claudia Roth, pretende otorgar más poderes a la Comisión Nacional de Arte Saqueado por los Nazis e incluso se plantea cambiar la legislación

Entre 1933 y 1945, tanto dentro del Reich como en todas las áreas ocupadas por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis realizaron un robo sistemático de obras de arte. Las víctimas del robo fueron principalmente judíos y aquellos perseguidos como judíos, y el robo se llevó a cabo sobre la base de una gran cantidad de nuevas regulaciones legales y con la participación de varias autoridades e instituciones establecidas específicamente para ese propósito.

Con los años, y especialmente en la última década, muchas de esas obras de arte han sido restituidas a los herederos de los propietarios originales, pero otras muchas continúan sin haber sido devueltas a sus legítimos dueños. Por ello, Alemania ha creado la Comisión Nacional sobre Arte Saqueado por los Nazis, que busca poner en contacto a ambas partes para facilitar la devolución.

Sin embargo, hay museos que se niegan a colaborar con la comisión, auspiciada por la ministra alemana de Cultura, Claudia Roth, y apoyada por el Gobierno federal. Por ello, el Ejecutivo ha declarado que aquellos que no colaboren podrán quedarse sin la correspondiente financiación estatal.

Según recoge la revista especializada en arte The Art Newspaper, la ministra de Cultura ha decidido fortalecer las medidas y sanciones para que se efectúen las devoluciones, ya que desde 1998, Alemania solo ha restituido unas 7.000 obras expoliadas por los nazis, una porción muy pequeña de las que en total fueron saqueadas y algo que Claudia Roth ha calificado de «vergonzoso».

Un cambio de legislación

De hecho, el Ministerio de Cultura alemán está estudiando la forma de cambiar la legislación que aplica en este problema: ya que la mayoría de obras pertenecen a instituciones públicas, y la ley establece que una persona que adquirió de buena fe un bien cultural saqueado por los nazis tiene derecho a quedárselo una vez transcurridos 10 años, los museos se niegan a devolver las obras (como ha ocurrido con el Pisarro del Museo Thyssen).

La Comisión Nacional sobre Arte Saqueado por los Nazis sólo puede intervenir cuando ambas partes, dueño y legítimo heredero, están de acuerdo, lo que ha provocado que tenga una capacidad ejecutiva mínima y que se limite a emitir recomendaciones que son, además, no vinculantes.