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El pensadorLu Tolstova

Cinco teorías filosóficas para entender el mundo

Para explicar las diferentes ramas y concepciones de la filosofía nacieron las distintas teorías filosóficas. Las teorías de Anselmo de Canterbury, Platón, María Zambrano, Rousseau y Nietzsche sirven hoy en día para comprender el mundo que nos rodea

Las teorías filosóficas aglutinan movimientos, escuelas de pensamiento, creencias e incluso leyes científicas. No todas han tenido el mismo peso, algunas han sido olvidadas rápidamente, mientras que otras, desfasadas o no, siguen resonando en nuestra conciencia. Estas nos invitan a recapacitar sobre quiénes somos o hacia dónde vamos, nos enseñan a reflexionar, a cuestionar constantemente verdades asentadas, a verificar hipótesis y a buscar soluciones.

Platón y la fábula de Fedro

En esta fábula, un jinete tiene que domar a dos caballos, uno salvaje impulsado por sus instintos y placeres, y a otro que es noble y vive una vida virtuosa. Esa dicotomía es la que, según el filósofo, rige la existencia humana. La virtud se encontraría encontrando el equilibrio entre la vida virtuosa y la emocional. A través de este equilibrio se conseguiría llegar a un estado de satisfacción y felicidad.

Para hallar ese punto en la balanza, Platón destacaba cuatro habilidades que han de seguirse: la templanza para encontrar el equilibrio, el coraje para afrontar las dificultades, la prudencia para aprender de los errores y la justicia pues el ser solo es feliz si sus acciones contribuyen a mejorar la vida de su sociedad.

Teoría del eterno retorno de Nietzsche

El filósofo alemán Friedrich Nietzsche plasmó su pensamiento vitalista mediante su teoría del eterno retorno. Este concepto sugiere que todos los eventos en el universo se repiten una y otra vez, en un ciclo infinito. Cada decisión que tomamos, cada pensamiento que tenemos, cada acción que realizamos, se repetirá eternamente, sin cambios ni variaciones.

Basándonos en la idea de bucle infinito, el ser tiene que aspirar a una vida que desearíamos que se repitiese infinitas veces, no solo en lo relacionado a lo que ocurre en nuestro alrededor, sino incluyendo también a nuestros pensamientos y emociones en ese bucle eterno.

Teoría del buen salvaje de Rousseau

Jean-Jacques Rousseau fue uno de los mayores críticos de la Ilustración, y cuestionó la idea del progreso científico, ya que para el nacido en Ginebra, no producía mayor bienestar social en términos de desarrollo humano y estándares de vida. Señaló que la creación de sociedades marcadas por la complejidad de las relaciones personales y por la creación de jerarquías y normas podía suponer un retroceso.

Para este pensador, el efecto del desarrollo de las civilizaciones podía hacer que dejemos de tener en cuenta la humanidad de las personas y las empecemos a tratar como recursos para obedecer a un supuesto bien común. Bajo esta dinámica surgió la idea del buen salvaje, Según Rousseau los niños encarnarían esta idea, al no haber sido socializados se comportarían de un modo más ético y más puro que los adultos, ya corrompidos por las convenciones.

María Zambrano y la salida de la ignorancia

Nacida en Málaga en el siglo XX, predicaba que el ser humano debía salir de la ignorancia y hacerse preguntas, convertir sus sentimientos en pensamientos racionales y participar en una búsqueda activa de respuestas. De esta manera podría desarrollar la conciencia y entrar en la creación filosófica. Una vez despertada su inquietud por pensar, evolucionaría en su pensamiento para alcanzar la razón poética, que se basa en encontrar el propio camino vital de cada persona.

En este sentido, la malagueña afirma que cada individuo nace incompleto y desarraigado del mundo, sin encontrar una conexión real con el entorno que le rodea. Por ese motivo, a través de la búsqueda de su propio camino su existencia puede hacer la vida más completa y obtener un entendimiento del mundo más perfecto.

La escolástica de Anselmo de Canterbury

La escolástica es una de las teorías filosóficas más interesantes por su heterogeneidad. Nutrida por corrientes grecolatinas, árabes y judaicas, fue dominante en el pensamiento medieval. Se basó en la subordinación de la razón a la fe y la coordinación entre ambas. Algunos autores han tachado esta corriente como demasiado estática. Sin embargo, sus aspectos filosóficos no son solo un conjunto de dogmas teológicos estrictos, sino que buscan un trabajo conjunto entre fe y razón. El principal objetivo de esta corriente es entender la realidad desde el punto de vista humano.

Esta corriente propone una meditación racional de las verdades de la fe. La razón no tiene una esfera independiente de la fe, solo aplica reglas del pensamiento a las verdades de la fe. Su enfoque en la racionalidad para abordar cuestiones religiosas, ha influido en pensadores posteriores y ha contribuido a la evolución del pensamiento religioso en la era moderna. La búsqueda de una comprensión lógica y reflexiva de la existencia de Dios y el diálogo entre fe y razón siguen siendo temas cruciales en la teología y la filosofía contemporáneas.