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La obra Los comedores de patatas (1885) de Van Gogh , en el Museo Van Gogh de Ámsterdam

Van Gogh y la obra maestra en la que ni su hermano Theo creyó

Influenciado por Millet y la oscuridad del barroco holandés, Van Gogh decide desarrollar su particular realismo ennobleciendo un acto común y sucio como el de una familia campesina comiendo patatas tras una larga jornada de trabajo

Para Vincent van Gogh, Los comedores de patatas era su obra maestra con un mensaje realista. Por este motivo la pintó y preparó con dedicación, pero su hermano Theo creía que estaba llena de errores y nadie la tomaría en serio en el mercado de arte en París, así que la dejó olvidada sobre la repisa de su chimenea.

En 1883 Van Gogh se fue a vivir con su familia a Nuenen y convivió con una pequeña comunidad de campesinos de este pueblo. Por aquella época todavía era un principiante en la pintura, pero influenciado por el barroco holandés y por su gran genio Millet comenzó dando pasos en el ámbito pictórico. Enamorado del realismo, decide desarrollar su particular lenguaje establecido en esta corriente, inspirándose en los duros trabajos de estos campesinos.

Según el artista neerlandés, los campesinos debían pintarse con los mismos tonos de la tierra que trabajaban. Es así que los tierras y los tonos ocres dominan este cuadro. Un trabajo muy orgánico, casi como los colores de una patata recién cosechada, sin lavar. De esta manera la patata y el trabajo están muy presente en el lienzo, no sólo físicamente, sino en todo el concepto.

Un genio con un lenguaje único

Pese a ser un cuadro estrictamente realista, el artista no representa a estas figuras con un naturalismo fotográfico, sino que opta, como lo haría una Daumier, por la caricaturización de sus fisionomías. Para Van Gogh, representar la realidad no estaba atado a pintar lo que ven tus ojos, sino que se debía más a lo que sienten al verlo. De esta forma pensaba que podía transmitir mejor los rasgos salvajes y primitivos del campesinado, es decir, plasmar su esencia genuina, alejada de cualquier contaminación de la cultura burguesa.

Litografía sobre papel. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid

La idea de Van Gogh era mostrar la pobreza y la dura realidad de la vida campesina, lo que resaltó con rostros toscos y manos huesudas que han labrado la tierra para obtener los alimentos «que están ahora poniendo en el plato», escribió el artista en una de sus cartas. «Él no buscaba la perfección técnica con su cuadro, sino el mensaje que quería transmitir sobre la vida campesina, sobre la cruda honestidad de la vida dura en el campo», explica Bregje Gerritse, conservadora de arte en el Museo Van Gogh.

Este es mi mejor trabajoVicent Van Gogh

Su gran amigo y artista Anthon van Rappard (1858-1892) quedó decepcionado con la obra de Van Gogh. «¡Venga ya! Creo que el arte es demasiado relevante como para tratarlo con tanta arrogancia», le dijo Van Rappard, en una crítica que marcó el final de su amistad. En cambio Van Gogh consideraba este lienzo una de sus mejores obras pese a ser inicial, quizás ese factor puro es lo que lo enamoraba. «En 1887, escribió a su hermana Guillermina: Este es mi mejor trabajo. Eso es muy interesante porque por ese entonces él ya había ido a París, había cambiado sus métodos de trabajo y su estilo, más hacia los colores brillantes, pero aún tenía en mente el cuadro oscuro de Nuenen», dijo la conservadora.