Ortografía
¿Se escribe «no te rayes» o «no te ralles»?
Se trata de un caso de voces homófonas
Las palabras homófonas son causa de confusión entre los hispanohablantes, muchos más de lo que nos gustaría. Las palabras homófonas son aquellas que suenan igual, pero tienen un significado distinto, y pueden o no tener diferentes grafías. Este es el caso de «rallar» y «rayar», dos voces homófonas que hacen que muchos se rayen a la hora de escribir.
Estas dos palabras suenan igual, pero difieren en su escritura y significado. Por un lado, tenemos «rallar» que se ha formado sobre «rallo». La Real Academia de la Lengua Española indica que viene del latín rallum, una voz que designa un instrumento de cocina más conocido hoy como rallador. Por esto, «rallar» significa desmenuzar algo, como se hace con el queso o el pan. En el pasado «rallar» tuvo como uso figurado «molestar» o «fastidiar», sin embargo, esta acepción se perdió en el uso, por lo que no se conserva.
Por otro lado, el verbo latino radiāre, que significa «despedir rayos», dio lugar a nuestro término polisémico «rayar». Se usa con el sentido de «hacer rayas (en algo)» o «dañar una superficie lisa con incisiones». De esta acepción, es que deriva el popular uso del participio de este verbo, es decir, «rayado» asociado a los discos de vinilo o a los cedés cuando se estropeaban por rayaduras en su superficie.
También se usa, y relacionado a los discos, con el sentido de darle vueltas a lo mismo una y otra vez. Así, «rayar» se usa coloquialmente como «trastornarse», «volverse loco», «obsesionarse», «perturbarse» o «enojarse». El uso de «rayar» en este sentido se documenta en el habla coloquial de España y América.
Por tanto, como la RAE indica, lo que nos perturba u obsesiona será una «rayada» o «rayadura», y por ello se escribe «no te rayes».