El desfile de moda bajo los frisos del Partenón en el Museo Británico vuelve a enfadar a Grecia
La ministra griega de Cultura expresó su rechazo al evento por su «total falta de respeto a Fidias y al monumento» del que el país heleno lleva décadas reclamando su devolución
Los frisos que decoraban el Partenón de la Acrópolis de Grecia se los llevó a Inglaterra el diplomático británico y conde de Elgin, Thomas Bruce. El relato es que los poseedores dicen que fueron adquiridos legalmente y los desposeídos que fueron robados. En los últimos tiempos ha habido conversaciones entre ambos países donde pareció que se acercaban posturas. Sin embargo, la Ley del Museo Británico, de 1963, prohíbe expresamente retirar piezas de la institución, una barrera de momento insalvable para las pretensiones griegas.
El último desencuentro ha llegado por la Semana de la Moda de Londres. El diseñador Erdem Moralioglu escogió la sala de exposición de las esculturas del Partenón para presentar la colección de su marca, Erdem, inspirada por la cantante griega María Callas y su interpretación de la ópera Medea en 1953.
La ministra de cultura helena, Lina Mendoni, criticó duramente este desfile: «Al organizar un desfile de moda en los pasillos donde se exhiben las esculturas del Partenón, el Museo Británico demuestra de nuevo su falta total de respeto hacia las obras maestras de Fidias», dijo, y continuó:
«Los directores del Museo Británico trivializan e insultan no sólo al monumento, sino también los valores universales que transmite. Las condiciones de exposición y almacenaje de las esculturas, en la Galería Duveen, se deterioran constantemente. Es hora de que las obras maestras escultóricas robadas y maltratadas brillen a la luz del Ática».
Pese a la ley del Museo, sus responsables valoran las posibilidad del préstamo. Este es el último encontronazo entre los dos gobiernos. El anterior fue que el primer ministro británico, Rishi Sunak, anuló un encuentro con su homólogo griego para tratar el asunto. Al parecer el motivo de la cancelación fue que un día antes Kyriakos Mitsotakis dijo en la BBC que conservar una parte de los frisos fuera de Grecia equivalía a «cortar la Mona Lisa en dos», unas palabras poco conciliadoras en la víspera de la reunión.