El libro que leía Paco de Lucía cuando murió y los últimos nueve que le dejaron huella

Paco de Lucía se murió de repente cuando jugaba con sus hijos al fútbol en una playa de México. Un infarto agudo de miocardio fue la causa. Tenía 66 años. En esos días leía Leer al anochecer de Charles Dickens, de quien ya había leído otras libros, que le gustaba mucho. Esta afición a la lectura proviene de un complejo cuyo origen el mismo guitarrista contó: Cuando solo tenía 10 años su padre le preguntó si sabía leer, escribir y «hacer cuentas», y cuando le dijo que sí, el padre respondió que entonces era el momento de aprovechar el tiempo «para hacer una cosa bien» y porque no tenía dinero para pagar el colegio: esa cosa era tocar la guitarra.

Por no estudiar en la escuela, ni siquiera estudió música. Lo suyo era talento natural. La guitarra por sensaciones y por sentimiento. Un prodigio de uno de los intérpretes más virtuosos de la historia del instrumento, y el mejor de la historia del flamenco. Aquella falta escolar la suplió De Lucía con la curiosidad, y en la curiosidad estaba la necesidad de la lectura para encontrar respuestas. Dice su mujer a ABC, Gabriela Canseco, quien le hizo una lista de libros para incluirla en el e-book que utilizaba en los últimos tiempos, que se emocionó mucho con Madame Bovary y que «siempre me sacaba frases de la novela cuando quería decirme algo».

Dice también que leía durante dos horas cada noche. En la biografía de César Suárez, El enigma de Paco de Lucía, se cuenta que todo empezó cuando su amigo José Luis Martín, un estudiante de ingeniería, le invitó a la lectura. En ella encontró el artista lo que le faltaba, de lo que se le había privado para convertirse en un genio de la guitarra con trazas de intelectual. Gracias a los libros pensaba, ejercitaba su pensamiento. Con su primera mujer, Casilda Varela, también intercambió su gusto por la lectura y su hija Lucía decía de su padre que era un filósofo y un pensador cuyo autor favorito era Haruki Murakami.

Los últimos libros que leyó los tenía apuntados su mujer en una lista. La lista de Paco de Lucía. Más allá de los 10 últimos estaban Kafka, Pérez Galdós, Pérez-Reverte, Maquiavelo, Tolstoi, Chejov, Voltaire o Defoe. El último, Leer al anochecer, de Dickens, apenas le dio tiempo a empezarlo.