Fundado en 1910

Joaquín Robles, portavoz de VOX en la Comisión de CulturaGuillermo Sánchez

Entrevista

Joaquín Robles: «Urtasun no sabe argumentar, se limita a atacar para no quedar en ridículo»

El portavoz de VOX en la comisión de Cultura del Congreso interpeló el miércoles al ministro con el mismo vano resultado de anteriores ocasiones

Joaquín Robles es el portavoz de VOX en la comisión de Cultura del Congreso. Sus enfrentamientos parlamentarios con el ministro Urtasun serían ya casi legendarios si el gobernante hubiera sido capaz de responder con propiedad y capacidad intelectual y política, al menos una sola vez. Por el momento no ha sido posible y no parece que lo vaya a ser. El último episodio ocurrió ayer en la Cámara baja con la interpelación de Robles y con el titular evadiéndose con subterfugios, ideología y ejerciendo la oposición a la oposición como técnica desesperada para esquivar los dardos certeros y, lo que es peor, su responsabilidad como ministro.

–Parece que el ministro Urtasun se niega a responderle. ¿Es esto o quizá que rehúya el debate por ausencia de capacidad?

–Yo creo que no sabe. Sencillamente no sabe argumentar. En la interpelación no dijo absolutamente nada y claro, en la contrarréplica me ha sobrado tiempo, y así lo he dicho, porque no tenía nada a lo que responder, ningún argumento. Lo único que ha hecho es hacerme preguntas. Me ha interpelado él a mí, lo que obedece a una estrategia propia. Es propio de cobardes y de gente sin argumentos que no quiere arriesgarse a quedar en ridículo. Ha hecho el papel que le correspondía porque no podía representar otro.

–Un papel que este gobierno representa con asiduidad…

–Una vez tras otra. En la interpelación anterior del Partido Popular el ministro Marlaska ha hecho una cosa muy similar. Después de la contrarréplica del señor del PP, se ha puesto a atacar sin responder a nada y a atacar. Esto es lo que ahora llaman parlamentarismo los señores del PSOE y de Sumar.

Joaquín Robles en el CongresoGuillermo Sánchez

–Ejercen la oposición desde el Gobierno...

–Efectivamente, son la oposición de la oposición.

–¿Podría mencionar alguna ocasión en que el ministro haya respondido verdaderamente a alguna interpelación?

–Desde que yo estoy en la Comisión de Cultura, que coincide con su período como ministro, esto no ha sucedido. La primera vez que me me tuve que enfrentar a él fue en la comisión donde volvió a defender esto de la cultura museística no colonialista, donde habló de los paradigmas culturales con los que quiere acabar la malvada ultraderecha. Yo le indiqué que lo que él llama paradigma no es tal sino ideología. Y se lo vuelvo a repetir. Están convencidos de que solo ellos representan la cultura. Para Urtasun y demás la cultura consiste en ser de izquierdas, izquierda fundamentalista la llamo yo, y cuando no se comulga con su sistema doctrinal inmediatamente eres señalado como un inculto. Y se lo creen. Me ha mandado a visitar museos y a ir al teatro. Hay que tener poca vergüenza. ¿Sabe él si yo voy al teatro o a los museos? ¿Conoce mi capacitación profesional? Le dije en la comisión que tenía una concepción patrimonialista de la cultura y, como siempre, no me contestó, se limitó a atacarme con los mismos argumentos de siempre.

El ministro nos acusa de ejercer la censura contra Miguel Hernández, ¿pero qué vamos a tener nosotros en contra de Miguel Hernández?

–Uno de esos «argumentos» es la retirada de la subvención a la Fundación Miguel Hernández. ¿Qué pasó ahí? ¿Tiene razón Urtasun o es otra trampa para cubrir su incapacidad?

–Es completamente falso. Lo que pasó es que no había dinero y a la concejalía de Cultura se le aplazó esa subvención hasta que lo hubiese. De hecho, ya la han cobrado. Eso no es censura. Un concejal de cultura, de VOX, del PSOE o del partido que sea tiene que hacer una programación. Si se considera que la tarea cultural de una asociación no es tan importante como otras, pues se conceden las subvenciones por aquí o por allá. En mi opinión no se tenía que dar ninguna subvención, pero bueno. Lo que pasó en Orihuela es que se retuvo la subvención hasta que el Ayuntamiento tuvo liquidez. El ministro nos acusa de ejercer la censura contra Miguel Hernández, ¿pero qué vamos a tener nosotros en contra de Miguel Hernández? Todo lo contrario. Pero se aferran a esto. Luego menciona lo de las críticas de Santiago Abascal a la Universidad de Salamanca. Santiago Abascal no ha criticado a la Universidad de Salamanca, sino a cierto documento de la Universidad de Salamanca. No se trata de de atacar a la institución, sino de atacar a este colonialismo de la cultura «woke» que ha penetrado en las universidades españolas. Son todo tergiversaciones, subterfugios, hombres de paja. Son todo falacias lógicas que utilizan para mantenerse en el poder, que es la única función que yo creo que tienen.

El diputado de VOX Joaquín RoblesGuillermo Sánchez

–Muletillas constantes sin variación…

–De un hombre que nos acusa de atacar la libertad de expresión. La libertad de expresión está condicionada por el ordenamiento jurídico. Yo no puedo justificar por la libertad de expresión el verter, por ejemplo, acusaciones falsas. O no me puedo amparar en la libertad de expresión. A Urtasun le parece bien apoyar una obra de teatro, como es el caso de Altsasu, por la libertad de expresión, pero no apoyaría una obra donde se incita al asesinato de niños y mujeres. Esto no es tolerable. Hablando se cometen tantos crímenes como actuando. Quieren una libertad de expresión sin límites que, por cierto, solo se la aplicarían ellos, porque a los demás sí que nos ponen límites. Le ponen límites hasta a Mary Poppins por una condición machista y estereotipada de la mujer.

–Parece que todo redunda en torno a la confusión, a crear confusión, confusión histórica. ¿A usted les queda claro que se pretende con la descolonización?

–El ministro dio una definición completamente zafia, absurda y grosera según la cual la cultura colonial es toda imposición de un grupo foráneo sobre un grupo o sobre una comunidad ya existente. Yo esta mañana le decía que, según esa definición de cultura colonial, hasta la agricultura del neolítico se podía considerar como tal porque se la impusieron a los cazadores recolectores, e incluso el marxismo leninismo sería colonización cultural por parte del imperio ruso. La historia se ha construido, nos guste más o nos guste menos, como enfrentamiento. Las primeras civilizaciones fluviales, Egipto, Mesopotamia o la India son civilizaciones que surgieron por el esclavismo de unas tribus que esclavizaban a otras, o el imperio terrorífico de los mayas, de los aztecas o de los incas. Eran etnias que dominaban a otras etnias, pero juegan con esta idea de un paraíso terrenal. Es el mito del buen salvaje o el mito de Adán y Eva: un paraíso terrenal donde existían unas comunidades prístinas que vivían en el comunismo primitivo o algo así. Y entonces llegaron los malvados españoles y acabamos con su felicidad. Toda esta publicitación de la leyenda negra tiene que ver con el odio a España y el ataque constante para justificar que están pactando con separatistas y que son partidarios de esa «Europa de los pueblos», o de esa «España plurinacional»: el fin de las sociedades políticas, el fin de las naciones políticas para un mejor control de las élites globalistas. Yo le he dicho a Urtasun que es un peón de la cultura «woke». La falsa conciencia de las élites que hablan de multiculturalismo, pero les importa un bledo. Hay ciertos barrios en España donde no se puede vivir por la inmigración ilegal.

No es la batalla por las lenguas. Las lenguas las dan igual. Es la batalla por la secesión, que es lo que quieren lograr

–Donde tampoco se puede hablar español…

–Efectivamente. Está el señor Pueyo, diputado de la Chunta Aragonesista, que recién estrenada la legislatura dijo que sufría mucho porque a él no le dejaban expresarse en su lengua materna, que es el aragonés. Una cosa ridícula. Y no es la batalla por las lenguas. Las lenguas las dan igual. Es la batalla por la secesión, que es lo que quieren lograr. Albert Boadella lo dijo con toda claridad. Dijo que el separatismo catalán no es más que el hermano rico que no quiere saber nada de los hermanos pobres. Es todo una tremenda impostura. Ya se han olvidado de la lucha de clases, ahora es la lucha de los colectivos, como si por ejemplo las mujeres fuesen una cosa homogénea. Luego imponen paridad en los consejos de administración, pero no la piden para los talleres mecánicos… Son las reivindicaciones de una élite camuflada de obrerismo.

–¿Rosalía, Almodóvar o Bayona son cultura?

–Lo que es una vergüenza es que para explicar lo que se considera cultura se mencione a Almodóvar y a Rosalía. No se le ha ocurrido hablar del Siglo de Oro español o de los cuadros de Velázquez, de quien se ha llegado a decir que es un pintor esclavista. Sí, en cambio, ha hablado de Unamuno. Que poca vergüenza. Si Unamuno levantara la cabeza…Hablan de Rosalía y de Almodóvar porque han atacado a Vox. No les importa la cultura, solo la ideología. De eso se trata.

–¿Cree que alguna vez le responderá Urtasun?

–Pues no lo sé y en el fondo no me interesa, porque viendo la la calidad de las respuestas da igual. Yo creo que en cierto sentido hace bien en no responder, porque ¿qué va a hacer el hombre si no da más de sí?