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Timothée Chalamet protagoniza la última versión cinematográfica del personajeGTRES

Frustración ante la pobre tematización de la experiencia inmersiva de Willy Wonka en Glasgow y su uso de la IA

Las familias han reclamado el dinero que habían pagado para entrar al recinto y el evento ha sido suspendido tras ello

Es muy fácil pasar en cuestión de segundos de la ilusión a la desilusión, sobre todo si de lo que se trata es de un mundo de fantasía y de chocolates, como es el universo de Willy Wonka. Esta vez, la realidad de lo ocurrido se ha distanciado en una gran medida de lo que es la ficción.

La ciudad de Glasgow ha abierto un evento de experiencia inmersiva que pretendía adentrar a todo el que pagara 35 libras (40,90 euros) en el mundo del chocolatero más famoso del mundo de la ficción, y el resultado ha sido completamente devastador. Además de utilizar inteligencia artificial para el evento, el recinto ha resultado ser un pequeño almacén con hinchables y cuatro adornos que no estaban ni siquiera correctamente bien colocados.

Familias frustradas

El evento se llama Willy's Chocolate Experience, y según informa The Guardian, iba a estar inspirada en la última entrega cinematográfica del personaje. Los asistentes, nada más salir del lugar y tomar fotografías, fueron a las redes sociales para compartir con todos su enfado, llegando a hacer memes del estilo «lo que pides y lo que te llega», informando de que los decorados eran sábanas impresas con diseños hechos por IA y que los niños no dejaban de llorar al ver a los personajes que allí estaban, puesto que no tenían nada que ver con los conocidos.

Según informaba la página del evento, la idea de esta experiencia consistía en mostrar diferentes espacios que estuvieran ambientados en el universo de Willy Wonka, algo que no han sido capaces de transmitir. Uno de los más destacados es el «laboratorio de la imaginación» que invita a los visitantes «a un viaje surrealista donde los límites entre la realidad y la fantasía se fusionan». El resultado ha sido un «pasaje con poca luz adornado con proyecciones cautivadoras» dentro de un «entorno cautivador» que se ve repetido durante todo el evento.

Debido a la gran indignación y reclamaciones por parte de las familias, la empresa organizadora ha decidido cancelar el evento después del fuerte descontento de los asistentes. Según ha comentado un padre que asistió al evento en The New York Times, en el recorrido «había tal vez 20 sillas, un par de mesas y un castillo inflable medio inflado».