Junto a Miguel Delibes recorrió Castilla la Vieja para ilustrar con imágenes el libro Viejas historias de Castilla la Vieja. Según ha relatado en alguna ocasión, recogió al escritor en Valladolid y fueron con sus respectivas parejas en un Fiat 600 «a dar vueltas un día entero por la Tierra de Campos». «Era por donde él me dijo que se situaba su historia». Dos semanas después regresó y pasó 10 días haciendo fotos en blanco y negro. «Traté de plasmar el espíritu del texto, no de ilustrarlo». Masats, con su magnífico y particular estilo, traza una narración paralela al texto de Delibes, al mezclar la ficción narrativa con el reportaje gráfico de Castilla. Según el historiador Germán Delibes aquellos rostros de miseria y resignación de gentes estaban «más próximas a los vacceos que a la actualidad». Hombres y mujeres con los surcos del campo en sus caras, boinas, viejos abrigos, palomares en ruinas, imágenes de Santos, la partida en el bar y tristes bailes de pueblo van relatando la vida del campo.