Corrida mixta de Fallas
Una amable paella mixta
Cortan un trofeo Pablo Hermoso de Mendoza y Nek Romero, en un festejo de cartel muy singular
Luce el sol, ha subido la temperatura, ha amainado el viento; hoy es la Plantá de las Fallas; llegan las figuras del toreo. Se prevé un fin de semana con muchísima gente.
Este viernes, asistimos a una «corrida mixta»: un rejoneador, un matador de toros y un novillero. Elogiarán algunos la novedad, la imaginación. Yo lo llamaría de otras formas: una ensalada, como las músicas renacentistas de Mateo Flecha el Viejo; también, un batiburrillo, un caos, un revuelto, una mescolanza, un revoltijo, un amasijo, un embrollo, un cóctel, un potpourri, una mezcla, un barullo, un desorden, un entrevero, un carajal… En Valencia, una paella mixta con ingredientes muy variados: «mar y montaña», suelen llamarla.
En términos estrictamente taurinos, con este tipo de cartel perdemos dos elementos básicos de la lidia clásica. El primero, la competencia de los diestros. Quizá Morante no compita ahora con nadie pero lo que es evidente es que no rivaliza para nada con un rejoneador ni con un novillero. También se elimina así el sorteo de las reses: cada uno de los toreros, a pie y a caballo, sabe de antemano lo que va a lidiar; en términos coloquiales, se ha «traído sus toros»… Y, por supuesto, los diestros no pueden alternar en quites. Nada de esto me puede parecer bien.
Viene de México, de su triunfal gira de despedida, Pablo Hermoso de Mendoza. La inicia ahora en España despidiéndose del coso valenciano. Ha sido, sin duda, uno de los mejores rejoneadores de la historia, dentro de una línea de la sobriedad clásica. Ha perdido no pocos trofeos por la suerte suprema. No pocos aficionados lamentamos que no haya aceptado el reto de alternar con Diego Ventura.
Esta tarde, todo lo hace fácil, con reposado dominio. Se luce con Berlín galopando a dos pistas en el noble primero, de Carmen Lorenzo, hasta que el toro se para y la faena no se redondea. El cuarto, de Capea, sale con pies: lo lleva prendido espectacularmente a la cola del caballo; se adorna con quiebros en corto y con la suerte del teléfono. El rejonazo desprendido es eficaz: oreja. Ha tenido una feliz despedida del coso valenciano.
En contra de algunos rumores, ha iniciado Morante una temporada amplia, igual que las anteriores, sin rehuir ninguna Plaza. Comenzó en Castellón, sin suerte. Aunque el segundo toro, de Juan Pedro, flaquea y apenas le pican, dibuja preciosas verónicas. Como tantas tardes, se luce Curro Javier, con los palos. Con un toro justo de fuerza, torea Morante como al carretón, en un juego estético al que sólo le falta la emoción que aportaría una res con más casta y poder. Mata a la segunda con habilidad.
El quinto no se entrega en el capote, no le deja estirarse; mansea en el caballo; se queda muy corto, puntea la muleta: surge la lógica decepción cuando corta la faena y se lo quita de en medio con facilidad.
Nek Romero es el último novillero surgido de la Escuela de Valencia, que ha ilusionado a sus paisanos. Tomará la alternativa en octubre, el día de la despedida de Ponce, como un simbólico traspaso de la antorcha. Si habláramos de fútbol, diríamos que juega en otra división que Morante: el criterio para enjuiciarlo debe ser muy distinto.
En el tercero, en banderillas, pierde pie y es arrollado José Manuel Mas, que pasa a la enfermería. Con un buen novillo, Nek Romero luce facilidad y entrega. Después de unos buenos naturales, recurre a los circulares invertidos: la horrible moda actual, que es lo que más aplaude el público. La espada, baja, produce rápido efecto y los paisanos lo premian con una oreja.
En el último, al quedarse a medias las verónicas, recurre a las chicuelinas (otra fea moda actual), se prodiga en lances vistosos. Brinda a sus compañeros del singular cartel. El novillo tiene casta, repite. Empujado por sus paisanos, Nek Romero realiza un trasteo desigual, con más voluntad que mando, con enganchones y momentos de apuro. Acaba con manoletinas de rodillas, de cara a la galería. Logra la estocada a la segunda pero el novillo tarda en caer, suena un aviso y se frustra la deseada salida a hombros.
Un público muy poco exigente ha disfrutado con un festejo amable, como una aceptable paella mixta. Yo aspiro a emocionarme de verdad con platos más logrados, sin necesidad de inventos.
FICHA
- VALENCIA, FERIA DE FALLAS. Viernes 15 de marzo, corrida mixta. Tres cuartos de entrada. Dos toros para rejones de Carmen Lorenzo (1º, parado) y Capea (4º, noble). Dos toros de Juan Pedro Domecq: 2º, flojo y noble; 5º, muy corto. Dos novillos de Talavante, 3º y 6º, de buen juego.
- PABLO HERMOSO DE MENDOZA, con casaca grana, rejón y descabello (palmas). En el cuarto, rejón desprendido (oreja).
- MORANTE DE LA PUEBLA, de carmesí y blanco, pinchazo y estocada atravesada (saludos). En el quinto, estocada al encuentro (pitos).
- NEK ROMERO, de negro y oro, estocada baja (oreja y petición de la segunda). En el sexto, pinchazo y estocada (aviso, vuelta al ruedo).