Banksy 'ataca' de nuevo sobre una pared de Londres
La obra se encuentra en un bloque de viviendas sociales situado en Finsbury Park, al norte de la capital
Como el buen vino, el talento de Banksy mejora con el paso del tiempo y, a la par, su notoriedad. Tras Belén, Melbourne y Kiev, llegó ahora el turno de Londres, otra vez. El pasado diciembre la emblemática ciudad del Big Ben o Buckingham Palace ya tuvo el honor de ser testigo de otra creación del artista que, para mala suerte del pueblo y admiradores, fue robada a las pocas horas de la confirmación de su autoría. Sin embargo, esta vez, difícil será para los amantes de pillaje robar la nueva creación del artista británico debido a su forma y esencia.
Destacan, entre sus obras más conocidas, Girl With Balloon -destruida tras ser subastada en Sotheby's- o Kissing Coppers. El talento del grafitero, cuya verdadera identidad es desconocida, permitió que un árbol sin hojas recuperase su brillo. El cerezo «afortunado», tras una ola de especulación y enigmas en cuanto a la firma del autor, ya se puede vestir de nuevo con colores vivos y que, aunque artificiales, resaltan la belleza e importancia de los chaparros.
Desde el ayuntamiento, indican que el cerezo tendrían entre 40 y 50 años. Añaden también, que se mantiene y se poda periódicamente, con el fin de preservarlo. Para disfrutar del resultado final de Banksy de manera total, uno debe usar la perspectiva y así admirar, paradójicamente, su complejidad y sencillez.
Cuando te alejas, parece que el árbol está cobrando vida, pero de una forma notablemente falsa y sintéticaCreador de la serie de radio de la BBC The Banksy Story,
En la obra se puede observar una figura humana que asemeja a una niña de temprana edad, quien es la encargada de devolver la «vida» al árbol sin hojas a través de un fumigador -o manguera a presión- que, por lo general, en lugar de crear, destruye. Ese tono verde dota a la obra de una pasión y alegría muy necesarias en el día a día de las personas. Aunque, por lo general, sus obras van acompañadas de un mensaje, esta vez la propia obra es el mensaje. La crisis climática ocupa en mayúsculas el gran mensaje del Buonarroti del s. XXI.
Poco a pocos, curiosos y vecinos se han ido acercando a admirar la obras. Según recoge La Razón, los vecinos de la zona se sienten «orgullosos y encantados» con la elección del enclave por parte de Banksy. Pese a las opiniones positivas, no siempre es buena la prensa del autor, querido por unos, odiado por otros. Pese a todo, sí es innegable el talento del artista y grafitero británico. Quizás sus declaraciones políticas y sus ganas de provocar un cambio social a través de la crítica no siempre ponen de su parte al público. Sobre todo, tras plasmar temas de relevancia y polémica, como Ucrania o el conflicto entre Palestina e Israel.