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Paco Ureña, en un lance con Antojitos, primer toro de su lote

Paco Ureña, en un muletazo con Antojitos, primer toro de su loteEFE

Gran faena clásica sin espada de Paco Ureña

Sale a hombros El Fandi, con nobles toros de Montalvo, en la última corrida de Fallas

Buen final para una Feria taurina de Fallas en la que lo mejor ha sido la gran respuesta del público. Aunque el ministro Urtasun se empeñe en lo contrario, en Valencia, como en muchos sitios de España, la Fiesta está muy viva.

En el día de San José, los toros de Montalvo, bien presentados, dan noble juego, en general. En su vuelta a Valencia, El Fandi corta un trofeo a cada toro y sale en hombros. Paco Ureña muestra su mejor versión en una excelente faena pero no la rubrica con la espada. Con el peor lote, Emilio de Justo no tiene opciones.

Lleva ya veinticuatro años de alternativa El Fandi, siempre fiel a sí mismo. Superada una lesión, el tiempo no hace mella en su estilo espectacular, que encandila al gran público. Esta tarde, le tocan los dos toros más nobles y los aprovecha, dentro de su estilo.

En el primero, que embiste con prontitud y repite, maneja con soltura el capote; clava cuatro pares de banderillas fáciles, desiguales. La faena es voluntariosa, movida, vistosa. La remata con un espadazo: oreja.

El Fandi, siempre en su estilo, coloca un par de banderillas

El Fandi, siempre en su estilo, coloca un par de banderillasEFE

El Fandi, a hombros

El Fandi, a hombrosEFE

Recibe con una larga de rodillas al cuarto; banderillea con facultades. Inicia la faena de muleta de rodillas, sacándoselo por alto. Corre la mano con facilidad, a media altura, sin obligar al toro. Con habilidad de diestro veterano, le ha sacado el buen fondo que el toro tenía. Para calentar más al público, recurre, al final, a los molinetes y los circulares invertidos: es la moda actual, que a mí tan poco me gusta, pero casi todos los toreros la siguen. Un pinchazo hondo arriba le permite cortar otra oreja y abrir la Puerta Grande.

Con oficio y entrega, ha dado espectáculo: el público se lo ha agradecido.

El 30 de marzo, en la reinauguración de la Plaza de Sutullena, en Lorca, inhabilitada en el terremoto del 2011, Paco Ureña va a matar seis toros en solitario: es un gesto que ha tenido gran eco popular.

El segundo toro se mueve pronto y codicioso. Lo recibe Ureña con estatuarios: el toro protesta y se va. Creo que no era la lidia adecuada, necesitaba centrarlo en los engaños y someterlo, no dejarlo pasar. Por la izquierda, se queda muy corto. Mata, entrando recto.

Paco Ureña da un pase de pecho esta tarde en la última corrida de Fallas

Paco Ureña da un pase de pecho esta tarde en la última corrida de FallasEFE

El quinto es una incógnita, durante los primeros tercios: tardea, empuja pero se va del caballo; espera, en banderillas. Paco se dobla bien con él, le enseña a embestir. Después de buenas series con la derecha, se echa la muleta a la izquierda, cita de frente, con el compás muy abierto, y logra unos excelentes naturales, mandando mucho, con la mano muy baja. Para ponderarlos, los revisteros clásicos hubieran dicho que eran «naturales de usía» (y no se referían al querido Alfonso). Ureña ha mostrado así su mejor versión, uniendo la pasión que siempre imprime a su toreo con la lidia clásica adecuada. No acierta con la espada y no corta trofeos (los tenía en la mano, en plural) pero deja para el recuerdo los mejores naturales de la Feria. Esto debe darle ánimos para seguir por ese camino.

Felizmente, Emilio de Justo parece haber superado ya del todo las consecuencias de aquella terrible caída sobre el cuello, en Las Ventas. Esta tarde, le toca el peor lote. El tercero es acapachado, como el que cantó don Luis de Góngora: «Media luna las armas de su frente». Hace un bonito brindis a la tauromaquia colombiana, perseguida ahora por el populismo, igual que la de otros países hispanoamericanos. El toro embiste dormidito pero protesta, pegando cabezazos. La lidia es correcta pero no tiene brillo ni eco.

Emilio de Justo fue víctima de un mal lote

Emilio de Justo fue víctima de un mal lote@plazadevalencia

El último, ídem de lienzo, como antes se decía: flaquea, prueba, no se entrega, se queda muy corto por la izquierda. Emilio lo intenta pero sólo logra muletazos sueltos, se justifica. Otra vez será.

Concluye así una Feria de Fallas –repito– en la que el público ha acudido en gran número a la Plaza. Esta noche será la «cremá»: primero, las Fallas infantiles; luego, las de todos los barrios y las premiadas; la última, la del Ayuntamiento. Éste es el gran rito mediterráneo, en el comienzo de la primavera. El fuego se llevará tanto trabajo, tanto arte, tanta ilusión, tanto esfuerzo… Al consumirlo, lo purificará. El símbolo es claro, ya lo pidió San Pablo: es necesario que muera lo viejo para que surja el hombre nuevo.

¿Podría afectar eso también a la Tauromaquia, limpiándola de sus lacras actuales? ¿Podría llevarse los toros flojos y descastados, los públicos sin exigencia, los muletazos populistas?... Ése sí que sería el sueño imposible de una noche mediterránea de primavera.

FICHA

  • Plaza de Toros de Valencia. Feria de Fallas. Miércoles 19 de marzo. Última corrida de la Feria. Buena entrada. Toros de Montalvo, bien presentados y de buen juego, en general.
  • EL FANDI, de blanco y plata con cabos negros, estocada tendida y contraria (oreja). En el cuarto, pinchazo hondo (oreja). Sale en hombros.
  • PACO UREÑA, de coral y oro, estocada (saludos). En el quinto, pinchazo hondo y cinco descabellos (aviso, saludos).
  • EMILIO DE JUSTO, de azul marino y oro, pinchazo y estocada (silencio). En el sexto, pinchazo hondo (silencio).
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