Fundado en 1910

Club en Berlín

El 'techno' de Berlín se convierte en Patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO

Después de 10 años de campaña luchando por este reconocimiento la organización sin ánimo de lucro Rave the Planet ha conseguido que el comité de expertos de la UNESCO les conceda la distinción

La música electrónica en Berlín ha conseguido su tan ansiado reconocimiento internacional. Después de 10 años de campaña luchando por el reconocimiento de la cultura techno y los clubes berlineses como patrimonio inmaterial, la organización sin ánimo de lucro Rave the Planet ha conseguido que el comité de expertos de la UNESCO les conceda la distinción.

Rave the Planet, impulsora también del festival de música eléctronica Berlin Parade (antigua Love Parade), defendía que «si el techno se reconoce como un bien cultural y no sólo como música de fiesta hedonista o para el consumo de drogas, ayudaría enormemente a los artistas, sellos, productores y promotores. Quizá también tendría el mismo efecto que los monumentos históricos, protegiendo algunas salas importantes, como Tresor, del aburguesamiento invasor».

Tanto Rave The Planet como la Clubcommission de Berlín, una junta que promueve activamente la preservación de la cultura de club única de Berlín, compartieron el hito en sus redes sociales agradeciendo a todos aquellos agentes implicados y también al Comité de Expertos en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Comisión Alemana de la UNESCO.

Rave the Planet (Loveparade) Berlín 2023

Esta campaña estaba respaldada por figuras destacadas como Dimitri Hegeman, director del sello y club Tresor, Alan Oldham, conocido como DJ T-1000 pionero del techno de Detroit y ahora residente en Berlín o Ellen Allien, DJ, locutora y productora alemana.

Aunque el estatus de la UNESCO no conlleva beneficios materiales directos, sus impulsores creen que allanará el camino para reducir «los obstáculos y requisitos para la apertura y el mantenimiento de locales culturales».

Además, el hecho de que el techno de Berlín haya conseguido este reconocimiento podría servir como precedente para que otras ciudades como Detroit, la verdadera cuna original del techno, obtengan una distinción similar.