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William Shakespeare

Un estudio aumenta las sospechas sobre la religiosidad de la familia Shakespeare: ¿eran católicos clandestinos?

El 'Testamento Espiritual', del que se ha discutido la autoría, resultó ser una especie de declaración religiosa, una proclamación personal a morir fiel a la fe católica

La religiosidad de la familia Shakespeare y, en especial del famoso dramaturgo, ha sido motivo de debate académico desde hace más de 150 años. La suposición general sobre la afiliación religiosa del autor de Hamlet o El Rey Lear es que era miembro de la Iglesia anglicana; sin embargo, muchos estudiosos han especulado, basándose en el análisis de los registros históricos y de su obra publicada, que la familia de Shakespeare podría haber sido una de esas denominadas «renunciantes», por haber rechazado la religión del Estado.

Lo cierto es que hubo muchos católicos clandestinos o «renunciantes» en la Inglaterra isabelina. En aquel entonces, era obligatorio la participación en las liturgias, de lo contrario podías ser sancionado o encarcelado. Por este motivo, la Iglesia católica entró en la clandestinidad y se desarrolló una red secreta de familias fieles a Roma.

Ahora, un nuevo estudio refuerza las sospechas sobre la religiosidad de la familia. Aunque la investigación se centra en saber la autoría de un enigmático manuscrito con el título de Testamento Espiritual, la existencia de este documento vuelve a abrir el debate acerca de si la familia era católica o protestante.

La residencia en Stratford, conocida como el lugar de nacimiento de Shakespeare

El documento fue descubierto por casualidad hacia 1770 cuando un albañil se topó con el legajo oculto entre las vigas de la casa de la familia Shakespeare en Stratford-upon-Avon. El texto resultó ser una especie de declaración religiosa, una proclamación personal a morir fiel a la fe católica.

Unas declaraciones impactantes, pues en aquel entonces ser abiertamente católico en Inglaterra, que llevaba años separada de Roma, podía acarrear severos castigos. El texto fue analizado, registrado y descrito por dos de los primeros expertos en Shakespeare y luego se perdió. Dichos expertos pensaron que debía de pertenecer a John Shakespeare, el padre del autor de Romeo y Julieta, que murió en 1601.

Esto implicaría que John «era un devoto católico en secreto». Aunque otros expertos creyeron que se trataba de una falsificación para hacer creer dichas asunciones, se sabe que John Shakespeare fue multado por haber rechazado presenciar las liturgias anglicanas.

La hermana de Shakespeare

Pero la historia da un giro gracias a la investigación de Matthew Steggle, profesor de la Universidad de Bristol, quien ha revelado que Testamento Espiritual, atribuido al padre de Shakespeare, en realidad, fue escrito por su hermana Joan, una figura relativamente desconocida.

Indagando en los vastos archivos digitales de Google Books y otros recursos de Internet, descubrió que el documento era en realidad una traducción de un texto religioso italiano llamado La última voluntad y testamento del alma.

El profesor localizó las primeras ediciones de ese texto en italiano y en otros seis idiomas, recogidas en una sola obra y cuyas ediciones están esparcidas por las bibliotecas de Europa. El análisis del documento demostró que databa de varios años después de la muerte de John Shakespeare por lo que el autor del texto solo podría haber sido Joan Shakespeare, la hermana pequeña y menos conocida del escritor inglés.

Joan, que vivió entre 1569 y 1646, llevó una vida modesta a la sombra de la fama de su hermano. Se casó con un comerciante y tuvo cuatro hijos. El manuscrito es en sí un profundo «juramento», en el que Joan –Juana– expresa su aceptación voluntaria de la muerte según la voluntad de Dios, su gratitud por su vida y una profunda fe en el catolicismo. También invoca a la Virgen María y a santa Winifred, mostrando una conexión personal con su fe.

Las creencias religiosas de la familia

Este hallazgo no solo aporta nuevos datos biográficos de la hermana menor de Shakespeare, sino que representa un cambio significativo en la comprensión de las creencias religiosas de la familia Shakespeare y del contexto social de la época. Además, saca de la sombra a Joan Shakespeare, proporcionando una visión poco frecuente de su vida y sus creencias.

El estudio, publicado en la revista Shakespeare Quarterly, aporta nuevos datos sobre la religiosidad de la familia Shakespeare. Algunos datos que hacen crecer esta hipótesis son el hecho de que el padre fuese multado por negarse a participar en las liturgias anglicanas, el hallazgo de un panfleto católico –la traducción de un tratado de san Edmund Campion, jesuita que fue ajusticiado en 1581– escondido entre los restos de la casa familia.

Procesión de personajes de las obras de Shakespeare, pintura de artista desconocido

Por otro lado, uno de los miembros de la familia Arden, al que pertenecía la madre del dramaturgo, fue condenado a muerte por haber escondido a un sacerdote y una de las hijas de Shakespeare, Susan, fue señalada como católica.

Otros apuntan a detalles en la obra del escritor inglés y afirman que en obras como Romeo y Julieta o Medida por Medida abunda en «ideas y ritos católicos», además de hacer hincapié en la simpatía con que trata el dramaturgo a curas y monjes, incluyendo personajes católicos como fray Lorenzo en Romeo y Julieta o fray Francisco en Mucho ruido y pocas nueces, así como sus invocaciones a la Virgen María.

Por otro lado, algunos indican que Hamlet es una obra en el que Shakespeare condena el régimen de los Tudor: en ella trata la desintegración social, el incesto, la infertilidad, la locura y el asesinato; cosas de las que los católicos acusaban a Enrique VIII y a Isabel I.

Uno de los expertos que comparte estas ideas es Hildegard Hammerschmidt-Hummel, la biógrafa alemana de Shakespeare, quien dice estar convencida de que el dramaturgo era católico al igual que sus padres, amigos y maestros del escritor.