Urtasun define cultura en la entrega de Medallas en las Bellas Artes como «civilización, diversidad y convivencia»
«La cultura es la tramoya de la democracia», dijo también el ministro, en presencia de los Reyes, estableciendo su relación política habitual
Las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes se debían desde 2022 por la pandemia. Esperaban como esperaban el ministro Urtasun y el presidente de la Junta de Andalucía, José Manuel Moreno Bonilla, en cercana conversación, la llegada de los Reyes. Ya no hay casi saludos reales. No lo hizo Moreno Bonilla, pero sí, curiosamente, Urtasun en una inclinación acompañada de una gran sonrisa a doña Letizia. Cádiz acogía esta entrega pendiente en la que primero habló el alcalde de la ciudad.
Víctor Manuel y la ganadería Miura
Un vídeo mostró los talentos de los galardonados: la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao; la montadora Teresa Font; el pintor Carlos León Escudero; la cantante Dolores Montoya, «Lole»; la ganadería Miura; la artista de circo Graziella Galán; el promotor musical Gay Mercader; la cocinera María José Román; la pintora y escultura Mercedes Mariño; el cantautor Víctor Manuel; el pintor Augusto Ferrer Dalmau; la actriz Carmen Elías; la restauradora Carmen Muro; el productor musical Jesús López; el cantautor Luis Pastor o el actor Javier Cámara.
También el escritor Manuel Rivas; el actor y director de escena Mario Gas; la cantante Buika; la periodista cultural Rosana Torres; el fallecido exgestor cultural y exministro de Cultura José Guirao; la escritora Rosa Montero; el músico Santiago Auserón; el actor Karra Elejalde; la Academia de España en Roma; el pintor Pedro Cano; el arquitecto Patxi Mangado; el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil; el diseñador e interiorista Tomás Alía; la cantante, bailaora y actriz María Jiménez; el Taller de Músics y la bailaora y coreógrafa Rocío Molina.
«Civilización, diversidad y convivencia»
Habló Urtasun comenzando con una cita sobre Cádiz de Jean Genet, el escritor que rechazó a la sociedad, que fue ladrón, vagabundo, ejerció la prostitución, fue acusado de conducta obscena y a punto estuvo de ser encarcelado de por vida, de no ser por la intervención de amigos artistas como Picasso o Cocteau, entre otros hitos de su biografía. El provocador moral que eligió el ministro para impulsar su palabras, donde elogió a los premiados y definió a la cultura como «civilización, diversidad y convivencia». No hay democracia sin cultura, dijo el ministro, que consideró su negociado como «la tramoya de la democracia».
Como curiosidad notable, y ante del discurso de cierre a cargo de Víctor Manuel, solo Augusto Ferrer Dalmau, Jesús López, en un leve ademán, el guardia civil encargado de recoger el premio en nombre de su institución y Santiago Auserón se inclinaron ante los Reyes al recibir su premio como era antaño costumbre normalizada.