Calerito y Lama de Góngora aprovechan su oportunidad
El primero sale a hombros, al cortar dos orejas, y el segundo, una, en la segunda corrida del abono sevillano
Después del Domingo de Resurrección, la primera corrida de la temporada, en la Maestranza, suele tener un cartel de tres diestros sevillanos que no están en la primera fila. Puede hablarse de la corrida de la oportunidad, como el ciclo que organizaron hace años los Lozano en Vista Alegre: la oportunidad de que el nombre de un torero vuelva a sonar, de que el público no lo olvide y de que las empresas vuelvan a tenerlo en cuenta… Es la dureza de una profesión enormemente difícil pero que ofrece la posibilidad de que una sola faena, en una Plaza como la Maestranza, sea suficiente para volver a ponerte en órbita.
Los toros de Fermín Bohórquez, de encaste Murube, de presentación y juego desiguales, con pobre juego en varas; destaca el buen tercero. Lama de Góngora corta un trofeo; Calerito, uno y uno: sale a hombros .
Nació Lama de Góngora en ese Arenal de Sevilla al que dedicó una comedia Lope de Vega; según la copla tradicional, «donde las sevillanas / juegan al toro». Su comienzo fue deslumbrante: en julio de 2012, en su presentación en la Maestranza, en una novillada de promoción sin picadores, cortó tres orejas, abrió la Puerta del Príncipe e ilusionó a la afición por la pureza de su estilo sevillano. Luego, no logró mantener ese nivel, se curtió en Plazas mexicanas… El primer toro embiste con nobleza, Lama se luce en las verónicas de recibo. (Saludan Domínguez y Fernando Sánchez en banderillas). El toro se apaga en seguida, se para: nada que hacer.
En el cuarto, demuestra su actitud yéndose a porta gayola (el toro da un salto tremendo, ideal para los fotógrafos) y enlazando dos largas más. Alejándose de su estilo habitual, luce una entrega total, le saca naturales con mérito, aunque el toro sale desentendido. Mata con gran decisión y el público le premia con un trofeo.
El gaditano Ruiz Muñoz es sobrino nieto de Curro Romero. Esa circunstancia atrajo sobre él la atención, al comienzo, pero también le ha pesado: después de algunos éxitos, sufrió un parón, ha tenido que comenzar de nuevo. Es diestro de arte, de pellizco, de detalles. El segundo es noble, muy soso, le deja estar pero no dice nada. Mata mal. En el quinto, de embestidas descompuestas, se suceden los desarmes. Un piadoso silencio es lo adecuado.
En la Feria de San Miguel de 2022 tomó la alternativa el sevillano Calerito, cortó una oreja y dejó buena impresión. (No tiene nada que ver con el valeroso diestro cordobés que se anunció, con ese mismo apodo, en los años cincuenta). Le veo, toda la tarde, firme, fácil, seguro de sí mismo. Brinda el tercero a Espartaco padre, un personaje extraordinario, muy querido por todos, exigente maestro de toreros (lo comenta Carlos Crivell en su reciente biografía de su hijo Juan Antonio). Comienza de rodillas, citando de largo; se pelea con el toro, le baja la mano, emociona al público y mata con decisión: oreja.
El último flaquea, no humilla, embiste desigual. Calerito vuelve a mostrarse muy firme, se luce en una media verónica primorosa y logra buenos naturales. El toro no da más de sí. El afán de triunfo le hace prolongar la faena. Lo remedia entregándose al matar; aunque la espada queda defectuosa, el público exige otra oreja y sale a hombros.
Los romanos representaban a la Ocasión como una matrona casi totalmente calva, con un mechón de pelo muy pequeño. Esta tarde, Lama de Góngora y Calerito han logrado agarrar ese cabello de la buena fortuna, tan difícil de atrapar. Se merecen torear más pero deben perseverar en esa entrega.
POSTDATA. El pasado día 3, en Cádiz, los Reyes entregaron las Medallas al Mérito en las Bellas Artes, correspondientes a 2022, concedidas por el Ministerio de Cultura. Entre ellas, a la centenaria ganadería de Miura. Subieron a recogerla los hermanos Eduardo y Antonio Miura: saludaron primero a los Reyes; se volvieron a la izquierda, para saludar al Presidente de la Junta de Andalucía. Hubo entonces un momento de suspense: ¿dejarían de saludar al Ministro de Cultura, que tacha de torturadores a los taurinos? No lo hicieron: mantuvieron la buena educación. Y Urtasun correspondió, sonriente. ¡A lo que obliga ocupar un cargo público! Eso sí, después de tan duro trance, recalcó que esa Medalla la había concedido otro Ministro, no él; y, según parece, reiteró su criterio de no conceder Medalla alguna a la Fiesta. Está en su derecho, mientras ocupe su actual cargo. Pero Urtasun dejará de ser ministro y los toros continuarán siendo seña de identidad de la cultura española, reconocida así en el mundo entero. Ésa es la realidad.
FICHA
- Plaza de Toros de Sevilla. Domingo 7 de abril. Toros de Fermín Bohórquez, de presentación y juego desigual.
- LAMA DE GÓNGORA, de verde botella y oro, dos pinchazos y estocada (aviso, saludos). En el cuarto, estocada trasera (oreja).
- RUIZ MUÑOZ, de verde hoja y azabache, dos pinchazos y siete descabellos (aviso, pitos). En el quinto, tres pinchazos y cinco descabellos (aviso, pitos).
- CALERITO, de sangre de toro y oro, estocada (oreja). En el sexto, estocada y descabello (aviso, oreja). Sale a hombros.