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Andrés Amorós
Crónica deAndrés AmorósSevilla

Arrollador Roca Rey, Puerta del Príncipe

Corta un trofeo Pablo Aguado y Juan Ortega deja sólo algunos detalles estéticos

Actualizada 22:47

Roca Rey sale a hombros por la Puerta del Príncipe de la Maestranza

Roca Rey sale a hombros por la Puerta del Príncipe de la MaestranzaEFE

Séptimo «No hay billetes» de la Feria. Muchos miles de personas abarrotan estos días la Maestranza para contemplar qué «tortura» realizan estos «torturadores», según define el ministro Urtasun.

Desde que se anunció, el cartel de esta tarde pareció muy atractivo, por la presencia del diestro más taquillero, Roca Rey, junto a dos artistas sevillanos. Luego, ha aumentado muchísimo su gancho por el gran triunfo de Juan Ortega con el bondadosísimo toro de Domingo Hernández, que ha suscitado una inundación de literatura ditirámbica. Por fin, cuajó una gran faena en una de las grandes Plazas.

Esta tarde, Ortega no logra mantener ese nivel, aunque los toros de Victoriano del Río sean encastados y manejables, en general. Roca Rey recupera su estilo arrollador: corta dos orejas en su primero y una en el otro, consigue una nueva Puerta del Príncipe. Al final del festejo, en medio de una tormenta, Pablo Aguado corta otro trofeo, después de una faena muy del gusto sevillano.

Sorprende un poco ver a Juan Ortega abriendo cartel, como el más veterano de la terna, aunque tiene ya 33 años. Dentro de una línea de toreo clásico, posee un temple especial que le permite lancear o muletear con lentitud (ahora lo llaman «lentificar»), ralentizando las embestidas. Con un estilo diferente, es lo mismo que hacía Curro Romero. (Desde una barrera lo contemplan, esta tarde, Carmen Tello e Isabel Burgos). Claro que eso no sucede con todos los toros, sino solamente con los que lo permiten; también es raro que se mantenga a lo largo de toda una faena. No importa: bastan esos chispazos estéticos, que entran por los ojos, para deslumbrar a un público que acude a las Plazas con la ilusión de poder vivir algunos de esos momentos mágicos.

Juan Ortega, con el capote ante su primer toro

Juan Ortega, con el capote ante su primer toroEFE

El primer toro, muy armado, acude bien al caballo de Palomares pero luego flaquea, espera, saca algo de genio. Después de una colada, el toro engancha la muleta; por la izquierda, es pegajoso, atosiga al torero, que sólo logra series cortas. Mata atravesado. Ha mostrado detalles estéticos pero no ha logrado imponer su dominio, en un trasteo compuesto, aseado, sin más. En el tercero, que le corresponde a Pablo Aguado, dibuja Ortega un bonito quite por delantales.

En el cuarto toro, intenta Juan las verónicas pero el toro le engancha el capote y casi lo arrastra. Le pegan en el primer puyazo y miden el castigo , en el segundo. Brinda al público. El toro va largo y bien aunque flaquea. Después de unos buenos ayudados, le cuesta mucho cogerle el tino, se repiten los enganchones. Se escuchan algunos pitos de decepción. Mata con decisión. Otra vez será.

Roca Rey sigue siendo el diestro más taquillero: gracias a su valor, técnica y ambición, supone una garantía de espectáculo y de corte de trofeos, lo que busca el gran público. A los aficionados más exigentes, que son una minoría pero influyen no poco en la opinión general, no les gustan los alardes populistas: cambios por la espalda, bernadinas y demás inas. En el toreo como en cualquier otro arte, lo más nuevo es lo más clásico, lo que nunca pasa de moda. Ya lo dijeron nada menos que Pepe Luis Vázquez y Antonio Ordóñez, entre otros. Además, el veto de Roca Rey a Daniel Luque –que, por muchos esfuerzos dialécticos que se hagan, parece evidente– perjudica a su imagen y ya lo ha empezado a pagar: hace una semana, el público sevillano no valoró su gesto de anunciarse con los Victorinos y le juzgó con sorprendente dureza. Esta tarde, logra recuperar la conexión con el público del Sábado de Feria, tradicionalmente benévolo.

Roca Rey, con el primero de su lote, al que cortó dos orejas

Roca Rey, con el primero de su lote, al que cortó dos orejasEFE

El torero peruano, de rodillas ante ese primer astado

El torero peruano, de rodillas ante ese primer astadoEFE

El segundo toro está justo de todo, es recibido con algunos pitos. Lo saluda Roca Rey con una larga serie de lances. En varas, le pegan muy poquito, la primera vez, y sólo señalan el castigo, la segunda: aplauden al picador por no picar. (Así es el público actual). En banderillas, el toro se mueve con prontitud y alegría. Comienza la faena de rodillas, en el centro, con dos muletazos cambiados. El toro es noble, le deja estar muy a gusto, se abre al final de cada pase. Logra Andrés muletazos largos y mandones; convierte uno de pecho casi en un circular; se luce en naturales de mano baja. Recurre luego al arrimón, que algunos discuten, pero recibe un pitonazo en la pierna que lo derriba y que le vale la unanimidad. Las bernadinas, cambiando el viaje, levantan un clamor. Aguantando, deja una estocada de rápido efecto: dos orejas. (La segunda puede considerarse generosa pero el público la pedía).

Roca Rey, gran triunfador del penúltimo festejo de la Feria de Abril

Roca Rey, gran triunfador del penúltimo festejo de la Feria de AbrilEFE

Roca Rey tuvo este susto con ese gran primer toro

El matador recibió un pitonazo en la pierna que le valió la unanimidadEFE

El quinto no se entrega, embiste a su aire, le pegan bien en dos puyazos pero sigue con la cara muy alta: hay que pelearse con él. El comienzo de faena, por estatuarios, no me parece el más adecuado. El toro no humilla nada, sale desentendido. Roca Rey, muy firme, aguanta, en una porfía emocionante. En un parón, no se mueve y queda al hilo del pitón: surge cierta división. Recurre al populismo de los martinetes y circulares invertidos, al arrimón. A toma y daca, deja una estocada corta, tendida, defectuosa. La faena ha tenido emoción: una oreja le abre otra vez la Puerta del Príncipe.

Al lado de estas dos figuras mediáticas, Pablo Aguado parece ahora «el tercer hombre» (como se dijo de Chaves Flores, hace años). No ha mantenido últimamente el nivel con el que deslumbró a todos, intenta un estilo de naturalidad y sencillez al que le suele faltar rotundidad.

Panlo Aguado sufrió un pitonazo de su primer toro

Panlo Aguado sufrió un pitonazo de su primer toroEFE

El tercero se llama «Soleares», como uno, excelente, que mató Manzanares en Bilbao en 2019. A éste, lo recibe Aguado con lances de buen gusto. El toro tiene la fuerza justa, le deja estar, pero Pablo se acopla a medias. Logra algunos muletazos con aroma pero manda poco. Con un toro muy manejable y un público muy a favor, no le ha llegado a tocar la música. Al entrar a matar, recibe un pitonazo en el pecho que le deja sin aire, como si hubiera recibido el puñetazo de un boxeador. Mata a la segunda.

A la altura del sexto, barren la Plaza ráfagas de viento helado –no exagero– y comienza a llover. El toro cumple sólo en el caballo pero, en la muleta, muestra una obediencia y nobleza fuera de lo común. Aguado aprovecha la oportunidad: traza algunos muletazos bonitos, con la muleta planchada. Muy arropado por el público, logra un par de buenas series, con su frágil naturalidad. Mata con decisión: oreja.

Si quieren convertir a Juan Ortega en el sucesor de Curro Romero, no podrán pedirle regularidad

Victoriano del Río ha lidiado un encierro que ha dado oportunidades a los diestros. Después del desencuentro, la tarde de los Victorinos, Roca Rey ha reconquistado el favor de este público, con su entrega y capacidad. Necesitaba Pablo Aguado este trofeo. Si quieren convertir a Juan Ortega en el sucesor de Curro Romero, no podrán pedirle regularidad, tendrán que acostumbrarse a esperarlo. Los dos sevillanos van por el camino de la estética, no del mando: necesitan su toro.

Para la valoración popular de la Feria, es muy buena esta nueva Puerta del Príncipe. Y mañana nos despediremos con los Miuras

FICHA

  • SEVILLA, sábado 20 de abril. «No hay billetes». Toros de Victoriano del Río-Cortés, encastados, manejables, en general; algunos flaquean, los cuidan en varas.
  • JUAN ORTEGA, de verde y oro, pinchazo y estocada (palmas). En el cuarto, estocada (silencio).
  • ROCA REY, de grana y oro, estocada (dos orejas). En el quinto, estocada corta defectuosa (oreja). Abre la Puerta del Príncipe.
  • PABLO AGUADO, de negro y oro, pinchazo y estocada (saludos). En el sexto, estocada (oreja).

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