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AnálisisAndrés Amorós

Los disparates antitaurinos de Urtasun

Desde la consulta pública al dato de asistencia, el ministro incurre en siete falsedades o imprecisiones en su intento por minusvalorar la Fiesta

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, en una imagen del pasado 23 de abrilEFE

Después de alinearse con la leyenda negra antiespañola y de promover campañas tan peregrinas como la descolonización del arte ibero, no nos puede extrañar que el ministro Urtasun persista en sus ataques a la Tauromaquia; ahora, anunciando que quiere suprimir el Premio Nacional a ese arte. Supongo que lo hace para buscar algunos aplausos que, por otras actuaciones, todavía no ha sido capaz de recibir. Pero, al hacerlo, comete varios disparates, en el fondo y en la forma.

1/ En la legislación vigente, la Tauromaquia está protegida por dos normas concretas: la ley 18/2013, del 12 de noviembre, que la incluye como patrimonio cultural, digno de protección en todo el territorio español, y la Ley 10/2015, del 26 de mayo, para salvaguardar nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial.

La primera de ellas, en su artículo 3º, decreta el deber de protegerla: «En su condición de patrimonio cultural, los poderes públicos garantizarán la conservación de la tauromaquia y promoverán su enriquecimiento». A día de hoy, ninguna de esas dos leyes han sido recurridas. Según eso, todas las autoridades (repito: todas) están obligadas a respetarla y promoverla.

Si Urtasun quiere declarar la guerra a la Tauromaquia, tendrá que intentar derogar esas leyes, siguiendo los trámites jurídicos necesarios.

2/ Es un disparate filtrar esa intención, sin más, a un medio amigo; un disparate mayúsculo, anunciar «una consulta pública». ¿A quién consultará: a las Comunidades Autónomas, a los profesionales afectados, a todos los españoles? ¿Sobre qué texto legal concreto deberán opinar? Los disparates se acumulan.

3/ La cifra de aficionados a los toros que Urtasun alega es una burda manipulación. Dice que sólo el 1,9 % de la población española ha asistido a espectáculos taurinos. En realidad, según la Estadística oficial, esa cifra está tomada de la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales 2021-2022. Los datos en que se basa se recogieron entre marzo de 2021 y febrero de 2022; es decir, en un período en el que, por el covid, se suprimieron todas las grandes Ferias: Madrid, Sevilla, Pamplona, Bilbao, Valencia… De eso se ha olvidado –o se lo ha callado– el ministro Urtasun.

La Maestranza de Sevilla ha lucido un gran aspecto en todos los festejos de la última Feria de AbrilEFE

La realidad es que, después de la vuelta a la normalidad, una vez concluidas las limitaciones legales por el covid, la tendencia de asistencia a los festejos taurinos ha aumentado. Señalo sólo dos datos recientísimos: hace años que no se ponía tantas veces el cartel de «No hay billetes» en la Feria de Abril. A Las Ventas, el 1 de mayo, con novilleros debutantes, acudieron 14.627 espectadores; el 2 de mayo, con un cartel sin figuras, 18.129 espectadores. Las dos cifras superan al número de personas, convocadas por el PSOE, en toda España, que acudieron a la manifestación de apoyo a Pedro Sánchez durante su presunto período de reflexión.

4/ En cualquier caso, sería un enorme disparate estimar o no un arte según el número de sus seguidores. ¿Depende de ese número el apoyo a la ópera, la danza, la zarzuela o el flamenco? Las subvenciones al cine español, ¿se basan en lo que aporta al Estado en concepto de IVA, una cifra muy inferior a la que aportan los toros? Llevándolo al extremo: ¿valoraremos a San Juan de la Cruz por el número de libros que se venden de sus poemas o a Tomás Luis de Victoria por el número de sus discos? El respeto a las minorías es un principio básico de cualquier política cultural.

5/ Urtasun ha calificado de «torturadores» a los taurinos; a la Fiesta, una «actividad injusta, sádica y despreciable». ¿Eso opinaba, por ejemplo, de Eduardo Miura cuando le felicitó por haber obtenido la Medalla de Oro de las Bellas Artes? ¿Se da cuenta de que, al decir eso, está insultando a miles de profesionales de todas las actividades económicas relacionadas con la Tauromaquia y a cientos de miles de aficionados a los toros de toda España, de todas las tendencias políticas?

Los reyes junto al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (i), y el ministro Ernest Urtasun (d), aplauden tras entregar la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes a los ganaderos Eduardo y Antonio MiuraEFE

6/ Ese Premio Nacional lo creó un gobierno socialista. Mantenerlo o no tiene poca importancia, en la práctica, pero posee un gran valor simbólico. Si un Ministro de Cultura de otro gobierno socialista le declara la guerra formalmente a la Fiesta de los toros, como parece estar haciendo ya Urtasun, ¿cómo lo explicarán a sus votantes que viven de esa profesión o que disfrutan con ese arte los políticos socialistas de Comunidades como Andalucía, Extremadura, Valencia, Murcia, Aragón, Madrid, Castilla y León o Castilla la Mancha? Será un espectáculo digno de ver. Con su habitual oportunismo, García-Page se ha apresurado ya a desmarcarse de este disparate, creando él otro premio.

7/ Insultando a la Tauromaquia, el ministro Urtasun ignora o desprecia –o las dos cosas, a la vez– toda la riquísima tradición cultural en la que la Fiesta se basa y toda la que ha suscitado, a lo largo de los siglos. No hace falta citar ni un solo nombre: hay muchísimos libros que lo demuestran de sobra. Basta con leer cualquiera de ellos para informarse. Para un Ministro de Cultura de un Gobierno de España, no es mucho pedir.

Son tan disparatados los ataques de Urtasun a la Tauromaquia que quizá le está haciendo un favor: por reacción contra ellos, espero que estén surgiendo ya muchos nuevos aficionados.

Ni siquiera esto puede consolarnos. Lo que hay en el fondo de todo es un ataque a la libertad. Y eso es totalmente imperdonable.