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Yolanda Díaz y Ernest Urtasun, en la alfombra roja de los Feroz 2024GTRES

Urtasun critica la 'baja' asistencia a los toros mientras subvenciona películas que no llenarían Las Ventas ni en un año entero

El ministro de Cultura da unos datos de afluencia sesgados para justificar su decisión de eliminar el Premio Nacional de Tauromaquia

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, anunció este viernes su decisión de suprimir el Premio Nacional de Tauromaquia alegando que es una actividad «sádica y despreciable». Desde el ministerio argumentan que la preocupación por el bienestar animal ha crecido al mismo tiempo que se ha reducido la asistencia a los espectáculos taurinos. Y para ello aportan un dato sesgado, pues señalan que la asistencia a los festejos se situó en el 1,9 % de la población entre 2021 y 2022, años marcados todavía por las restricciones de la pandemia.

Si diéramos por buena esa cifra, unas 900.000 personas acudieron a espectáculos taurinos en esos años. Son muchas más personas de las que acudieron al Museo Arqueológico Nacional (455.909 visitas) en el año 2022 y a nadie se le ocurriría pedir su cierre por baja demanda. Al revés: se trata del museo estatal dependiente del Ministerio de Cultura con mayor número de visitantes.

Por poner otros ejemplos tangibles, en el año 2023 la mayoría de las películas proyectadas en España no superaron los 24.000 espectadores que caben –una tarde cualquiera– en la plaza de toros de Las Ventas.

Un caso paradigmático es el de la película La Piedad, de Eduardo Casanova, que recibió 317.570,33 euros de subvención ministerial y apenas congregó en los cines a 2.945 personas en todo el año 2023 a pesar de estar entre las nominadas de los premios Goya.

Existen ejemplos igualmente llamativos, como Érase una vez en Canarias (productora Nekkenti), que tuvo una recaudación de 40.147 euros y sus espectadores únicamente fueron 7.702 –y no por ello se pide su extinción–. Dirigida por el canario Armando Ravelo, este drama migratorio contó con la participación de la actriz Kira Miró.

Ni entre las nominadas

Pilar Palomero, directora de la aclamada Las Niñas, abordó el tema de la maternidad adolescente en La Maternal, su segunda película. Sin embargo, solo 6.963 espectadores (30.722 euros de recaudación) fueron a verla a pesar de que era una de las grandes favoritas de los Goya.

Basada en hechos reales, a Modelo 77 (productora Walt Disney) se la consideraba uno de los grandes estrenos de 2023, que al final solo recaudó 22.914 euros. Ni con la baza de sus dos protagonistas –Javier Gutiérrez y Miguel Herrán– en este thriller de evasión se consiguió reunir en los cines a cinco mil personas (4.798 de espectadores).

Tenía once nominaciones a los Goya, se llevó finalmente tres estatuillas y ni con esa publicidad consiguió auparse en la taquilla. Los Cinco lobitos, ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa, (productora Bteam Pictures) fueron a verla 9.795 espectadores (47.277 euros de recaudación).

El efecto ‘Goya’ tampoco le valió de mucho a Alcarràs: 12.159 personas fueron a ver la cinta de Carla Simón, rodada en catalán y ganadora del Oso de Oro en Berlín 2022.

Decisión contraria a la ley

Tal y como recordaba este viernes Andrés Amorós en este periódico, la decisión de Urtasun es contraria a la legislación vigente. A día de hoy, la Tauromaquia está protegida por dos normas concretas: la ley 18/2013, del 12 de noviembre, que la incluye como patrimonio cultural, digno de protección en todo el territorio español, y la Ley 10/2015, del 26 de mayo, para salvaguardar nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial.

​La primera de ellas, en su artículo 3º, decreta el deber de proteger la Fiesta de los toros: «En su condición de patrimonio cultural, los poderes públicos garantizarán la conservación de la tauromaquia y promoverán su enriquecimiento». Si Urtasun quiere acabar con esa protección a la Tauromaquia (empezando por eliminar su Premio Nacional) tendría que derogar estas dos leyes siguiendo los trámites adecuados.