Cinco principios del estoico Epicteto para tener una vida feliz
Los filósofos de moda fundamentaron su teoría y su modo de vida en la búsqueda de la virtud y en la reflexión. Entre este anhelo y esta disciplina se encuentran las principios del filósofo que antes fue esclavo
Los estoicos, los filósofos de moda que vivieron hace dos mil años, fundamentaron su teoría y su modo de vida en la búsqueda de la virtud y en la reflexión. Entre este anhelo y esta disciplina se encuentran las principios del estoicismo que Epicteto, quien fue esclavo y después filósofo, resumió en su Manual de vida del que aquí sacamos cinco etapas fundamentales desde las que se puede acceder a las demás como antaño decían que las ardillas, debido a la frondosidad de los bosques, podían recorrer la península ibérica de norte a sur. Cinco claves para afrontar la vida o, mejor, la intimidad de la vida y sentirse mejor y vivir mejor:
Aceptar la realidad
«No pretendas que las cosas ocurran como tú quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal y cómo se producen, y serás feliz». Es un principio de no resistencia (la resistencia a la realidad es inútil) a los problemas: no luchar contra ellos, aceptarlos y así poder continuar. Es la forma de evitar, según Epicteto, que cuando ocurre lo que no deseamos, estemos abocados al desencanto o a la desilusión.
Aprender a deshacerse de las preocupaciones
«No es lo que te pasa, es cómo te lo tomas. El dolor y el sufrimiento vienen de lo que nos contamos a nosotros mismos sobre las consecuencias, sobre el futuro, sobre lo que va a pasar como resultado de lo que ha pasado». El antídoto contra la ansiedad o el miedo.
Perseguir la libertad y no los deseos
«La riqueza no consiste en tener muchas posesiones, sino pocos deseos». El objetivo es combatir la insatisfacción. «Cuánto más tienes más quieres», dice el refrán popular, luego, en la analogía: «Cuánto menos tienes menos quieres». Sentir desafección por lo material nos hace libres, no nos condiciona mediante la asimilación de ser conscientes de que no necesitamos la mayoría de las cosas que un principio deseamos o creemos necesitar.
Ser agradecido
«No te quejes de lo que no tienes, agradece por lo que tienes». Es una continuación del principio anterior. En lugar de desear cosas, agradecer lo que uno tiene permite encontrar satisfacción. Incluso (o empezando) por las pequeñas cosas a las que no prestamos atención en la vida diaria: la salud, los bienes, la familia o la amistad, como un camino a la felicidad y a la paz interior.
Concentrarse en lo que se puede controlar
«El único camino a la felicidad es dejar de preocuparnos por las cosas que escapan de nuestro control y voluntad». La disciplina forma parte de todos los principios, incluido este. No podemos controlar nuestro cuerpo, ni nuestro destino, pero sí podemos controlar nuestras decisiones. También nuestras acciones. De este modo podemos hallar la paz en el interior de nosotros mismos.