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Javier Milei y Pedro SánchezGTRES/EFE

Cinco frases de Milei por la batalla cultural que impactan en Sánchez más allá de las dichas en España

El presidente argentino ha caído como un jarro de agua fría, helada, sobre un sanchismo fiel representante del intervencionismo económico, extensible a todos los ámbitos, mayormente en la cultura, contra el que clama el líder libertario

El presidente de Argentina, Javier Milei, ha pasado por España como un héroe y como un villano. El gobernante libertario es el azote del nuevo socialismo, de lo woke y más allá. Que la izquierda dispare contra él con todos los medios es el signo de la importancia de un personaje que para gusto de unos y disgusto de otros, está en el candelero mundial desde su intervención histórica en el Foro de Davos, donde desnudó prácticas políticas y culturales globales para presentar sus alternativas. En España ha caído como un jarro de agua fría, helada, sobre el sanchismo, casi como la horma de su zapato representada en estas frases como flechas, o bombas, de la batalla cultural.

cinco frases de Javier milei:

  • «Quiero darle un mensaje a todos los empresarios: ustedes son héroes, que nadie les diga que su ambición es inmoral. No cedan al avance del Estado. El Estado no es la solución, es el problema mismo. Ustedes son los verdaderos protagonistas de esta historia»
  • «En lo único que devino esta agenda del feminismo radical es en mayor intervención del Estado para darle trabajo a burócratas que no le aportan nada a la sociedad, sea en formato de ministerios de la mujer u organismos internacionales»
  • «Cada vez que ustedes quieran hacer una corrección de un supuesto fallo de mercado, inexorablemente le están abriendo las puertas al socialismo y están condenando a la gente a la pobreza»
  • «Occidente está en peligro, porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo, y en consecuencia, a la pobreza»
  • «Comunistas, socialistas, socialdemocratas, demócratas cristianos, neokeynesianos, progresistas, populistas, nacionalistas o globalistas. En el fondo, no hay diferencias sustantivas: todos sostienen que el estado debe dirigir todos los aspectos de la vida de los individuos. Todas defienden un modelo contrario al que llevó a la humanidad al progreso más espectacular de su historia»

«El Estado no es la solución, es el problema mismo». Nada puede ser más contrario a la acción e intenciones de Sánchez. En el mismo Foro de Davos, el presidente español destapó el mayor intervencionismo estatal de la historia de la democracia española basado en las subvenciones o en las regulaciones para influir en el rumbo de las empresas privadas, ahogadas en estas maneras que son las recetas contrarias, no solo a Milei, sino también al Ibex, que ya levantó la voz casi tan alto como el presidente argentino. Intervencionismo económico e intervencionismo ideológico y cultural llevados de la mano.

El socialismo empobrecedor y la de su Estado intervencionista: el globalismo del que Sánchez es fiel representante y Milei firme combatiente con la cultura como consecuencia. «Occidente está en peligro» también por la defensa de una cultura ideologizada, en contra de la defensa de una cultura libre, donde las ideas y y la inspiración también están desregularizadas.