El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, muy serio en sus condenas a Javier Milei
Cómo Urtasun condena las palabras de Milei y cómo se negó a condenar los atentados de Hamás
El ministro de Cultura y portavoz de Sumar se ha convertido en inesperado defensor del presidente y de su esposa, Begoña Gómez, de la que ha llegado a sugerir que atacarla a ella es «atacar al país»
Dicen que las comparaciones son odiosas, y realmente lo son, pero el sectarismo de algunos invita a la comparación sin alternativa alguna. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, también portavoz de Sumar, se ha convertido en el mayor crítico, casi la punta de lanza del Gobierno como respuesta a las palabras del presidente de Argentina, Javier Milei, en su visita a España.
«Ultraderechista y antidemocrático»
El mandatario americano no se refirió en los mejores términos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni a su esposa, Begoña Gómez, pero las hostilidades ya las había comenzado el propio Sánchez, como recordó Milei, llamándole «ultraderechista» y «antidemocrático», calificativos a los que puso la guinda el ministro de Transportes, Óscar Puente, acusándole de drogadicto con la expresión «consume sustancias».
No es de extrañar (tampoco debería haberse extrañado el Gobierno español victimizado) que «el león» sacara sus garras y defendiera a su «manada», un comportamiento natural. Sánchez tira la piedra y esconde la mano, y como él es demócrata y los demás no, los demás son siempre culpables. Es la cantinela habitual, pero Milei no permite esas tretas y las destapa, como ha hecho.
El Gobierno español está muy indignado con Milei, entre ellos también Urtasun, quien se ha convertido en inesperado defensor incluso de Begoña Gómez, llegando a sugerir que atacarla a ella es «atacar al país».
Pero lo sorprendente, por no decir execrable de sus repetidas palabras, de sus «condenas firmes» a las palabras de Milei después de ser increpado este previamente por el gobierno español, es que es capaz de condenar públicamente las palabras del gobernante argentino del modo que no condenó los atentados de Hamás.
Es el mismo hombre que se negó a condenar aquellos atentados salvajes, donde cientos de personas fueron asesinadas, violadas y torturadas, y ahora sí condena con todas sus fuerzas y todas las veces que sea necesario el hecho, ínfimo, ridículo en comparación, que Milei haya llamado «cobarde» a Pedro Sánchez o «corrupta» a su esposa Begoña Gómez.