Iván Espinosa de los Monteros: «Los partidos políticos se mueven por miedo, no por ninguna ilusión de cambio»

El Palacio de la Prensa de Madrid, en Callao. Una discoteca con una estructura circular, en la que es fácil perderse, amplia, enorme. Llenazo con ambiente similar al del concierto que en ese momento Taylor Swift está brindando en el Santiago Bernabéu, a siete paradas en Metro y un único trasbordo. Cientos de jóvenes que se van sentando por el suelo, con mil botellines de cerveza y aperitivos –un queso muy sabroso, nueces, uvas de dos colores, y más tarde pizzas variadas. Comienza a hablar Enric Chenoll, en nombre de «It’s Time To Think» –nacieron hace cuatro años, y hoy cuentan con 200 voluntarios y 10.000 miembros—, los organizadores de esta actividad a la que llaman thinkglao.

Comenta Chenoll que celebran thinkglaos en treinta ciudades de España y en algunas más de México, Alemania y Costa Rica. Ahora están a un ritmo de un thinkglao cada muy pocos días: mañana en Gijón con Alfonso Paredes, después en Granada con García–Máiquez, luego en Múnich, Almería, Sevilla, Zaragoza, Murcia, Jaén… Y el 22 de junio, a unos veinte kilómetros de Ávila, su festival Renace, un encuentro con el artista flamenco —no flamenco en el sentido de El Bosco o Van Eyck, sino como Estrella Morente o Israel Galván— El Niño de Elche, el dramaturgo Rafael Álvarez, el filósofo Diego Garrocho o la poetisa Irene Domínguez.

España es un gran país y una gran cultura, aunque esté atravesando un momento delicado

Según Chenoll, un thinkglao consiste en «ganar espacio para el pensamiento libre». Para intentarlo, ha traído a Iván Espinosa de los Monteros, quien va a hablar durante algo menos de veinte minutos, para luego dar paso a numerosas preguntas y comentarios de estos tres o cuatro centenares de jóvenes. Comienza preguntando al público: «¿Qué podéis hacer cada uno de vosotros para preservar y mejorar el valiosísimo legado de haber nacido en un sitio y en un lugar espectaculares?».

Espinosa está convencido de las bondades de haber nacido en Occidente en esta precisa época, y, sobre todo, en España, «un gran país y una gran cultura», aunque esté atravesando «un momento delicado». «Se puede mejorar mucho muchas cosas, pero es un privilegio vivir hoy en España», una nación con la mejor esperanza de vida el mundo, junto con Japón. Algo que se debe a condiciones asentadas, como la ausencia de guerras, el sistema sanitario y la seguridad pública, circunstancias, en todo caso, mejorables. Espinosa reivindica la secular identidad nacional, «una de las más antiguas y de la cual hay que estar orgullosos; pocas naciones tienen la historia de España».

Pedro Sánchez puede engañar las siete primeras veces, pero no la octava

Espinosa de los Monteros ensalza el turismo español: «atraemos más turistas que Estados Unidos». Motivo por el cual Madrid, junto con Londres, es la ciudad donde viven más exembajadores; eligen la ciudad del Manzanares como residencia cuando se jubilan. «No será sólo por el agua», sonríe Espinosa aludiendo al Canal de Isabel II. España es «una gran nación», a pesar de que sea un «día triste»: «Hoy os han atracado en el Congreso», apostilla, en referencia a la aprobación de la ley de amnistía. En este sentido, ha señalado que Pedro Sánchez puede engañar «las siete primeras veces, pero no la octava». «Si me votan, es verdad» satiriza Espinosa asumiendo la mentalidad del actual presidente del gobierno.

No se trata de preguntarse qué va a suceder, sino qué vamos a hacer

Frente a la situación de «impunidad» delictiva que Sánchez ha ofrecido a los golpistas, Espinosa invita a los jóvenes a involucrarse en el cambio: «Ojalá que podáis tener dinero para formar una familia, pero, después, os sugiero que dediquéis unas horas a la semana a una actividad sin remuneración económica, algo en beneficio de los demás, poner vuestros talentos al servicio de la comunidad; la satisfacción que sentiréis será muy superior a cuanto podáis dar».

En el actual contexto de cambio tecnológico y de crisis de liderazgos, Espinosa asegura: «Vuestra generación tiene mucho que aportar». Sostiene que la situación de los jóvenes está repleta de ventajas, al contrario de cuanto sucede en Cuba o Venezuela, y pone el ejemplo de Ada Colau, la cual «vestida de abeja Maya» llegó a ser alcaldesa de Barcelona. «Me encantaría tener vuestra edad», comenta. Porque, «no se trata de preguntarse qué va a suceder, sino qué vamos a hacer», cita a Julián Marías. «Casaos y tened hijos: es algo contracultural», añade.

El lema de muchos votantes socialistas es 'Pedro, miénteme'

En referencia a la dedicación que exige la vida pública, en especial la política, admite que implica «intensidad» y sacrificios personales: «no puedes ir todos los días al parque con los niños». Por otro lado, confiesa: «en política he visto cosas muy feas, pero es la mejor manera de cambiar las cosas». Aparte de la impunidad que, mediante la ley de amnistía, se dan unos políticos a otros, también se queja de la que existe en lo tocante al fenómeno de la okupación, como es el caso de «la Beyoncé de Ibiza». Al mantra de «los impuestos son para sanidad y educación» ironiza: «¡Y para Begoña!».

Habla de Patxi López, que, como advertía la madre de Pagazaurtundua, ha hecho y dicho «cosas que nos helarán la sangre». Sobre Sánchez dice que se halla en su cuarta legislatura en apenas seis años y que su final está próximo: «este tío va a acabar, y con él una forma de hacer política». Sin embargo, para ello, y para el día después, es necesario que los votantes sean exigentes y presionen a los partidos. «Los partidos políticos se mueven por miedo, no por ninguna ilusión de cambio», dice. De esta forma, hace falta aplicar la misma vara de medir, y no caer en la actitud de mucho votante socialista, cuyo lema, según Espinosa, es: «Pedro, miénteme».

También ha criticado el actual sistema de pensiones. Ha aconsejado a todos los jóvenes que inviertan una cantidad fija obligada, automática, de su nómina, mes a mes, en un plan de ahorro. Una inversión que les garantice una rentabilidad y una cantidad creciente año tras año y de la que puedan disponer en su momento. Mucho mejor, según él, comenzar este plan particular a los 24 años que a los 35.