Diego Ventura se adelanta en el triunfo al Madrid
Abre por decimonovena vez la Puerta Grande de Las Ventas
En la tarde del partido final de la Copa de Europa (así me gusta a mí seguir llamándola, en español), también se llena la Plaza de Las Ventas. Y Diego Ventura, el indiscutible líder, abre una vez más (es la número 19) la Puerta Grande. Conociendo la coincidencia, está bien haber programado un espectáculo de rejones, que tiene su público. Además, lo lógico hubiera sido haber adelantado una hora el comienzo del festejo; por lo menos, desde que se supo que llegaba a la final un equipo español.
La ganadería de Los Espartales tiene bien ganado prestigio en este tipo de corridas. Esta tarde, dan juego aceptable, variado. Sergio Galán corta un trofeo: pudieron ser dos, si acierta con el rejón de muerte. Si hubiera matado bien en sus dos toros Ventura, esta tarde hubiera cortado cuatro orejas.
El rubio rejoneador portugués Rui Fernandes ha cumplido ya 45 años y lleva 25, desde su alternativa. Es bien conocido de la afición española. Viene de torear en la Feria de Nimes.
Salta el primero al callejón, de salida, pero luego embiste con ritmo, aunque se distrae y acaba echándose. Logra encelarlo con El Dorado. Ovacionan las piruetas de Mistral en la cara del toro. Acaba matando muy mal, a la séptima: el tradicional punto débil de los rejoneadores portugueses.
En el cuarto, con el caballo H-Quiebro, da una vuelta completa al ruedo, llevando al toro prendido. Esta vez acierta con el rejón de muerte pero el toro se resiste a caer, suena un aviso y el éxito se esfuma.
Viene Sergio Galán, como Ventura, de cerrar con triunfo la Feria del Corpus de Toledo. Es madrileño, aunque vinculado a Tarancón. Siempre ha apostado por la pureza más que por la espectacularidad. Ha abierto la Puerta Grande de Las Ventas ocho veces.
En el segundo toro, con Capricho, acierta dejándolo llegar cerca pero clava desigual. Se luce con Óleo en las banderillas cortas. Un rejón de muerte contrario pero de rápido efecto pone en sus manos la oreja.
Clava dos rejones al quinto, hondo y fuerte. Arriesga en los quiebros, en corto. El par a dos manos queda desigual, trasero. Se juega la posibilidad de otra oreja y la Puerta Grande pero pincha una vez, antes del rejón de muerte.
Con esta ganadería, Diego Ventura logró indultar un toro, en Murcia, y cortar un rabo a otro, en Las Ventas. Hace seis días, en un extraño cartel mixto, Diego Ventura volvió a demostrar en Las Ventas que ahora mismo es el número uno del rejoneo: ofrece un espectáculo realmente extraordinario. Sólo los fallos con el rejón de muerte le impidieron abrir de nuevo esa tarde la Puerta Grande de Las Ventas.
En el tercero, que no se entrega, Ventura luce su maestría provocando la arrancada y midiendo las distancias. Bronce, con la reverencia y el par a dos manos, sin cabezal, pone al público en pie. Es una faena clara de dos orejas pero pincha, al final.
Brinda el último a Florito, un gran profesional. Acierta rápido, desde el primer rejón. Los espectaculares quiebros suscitan un clamor. Una faena impecable y espectacular. Acierta esta vez con el rejón de muerte: dos orejas y una nueva salida a hombros. Ha sido un triunfo rotundo, indiscutible, hora y media antes del que conseguirá el Real Madrid.
Postdata
La pasión por los toros y por el fútbol no están reñidas, en absoluto. Esa unión ha sido especialmente intensa en el Madrid: recordemos las verónicas de Raúl –gran amigo de Ponce– para celebrar los triunfos del equipo. El inolvidable Juanito se escapaba, en contra de las normas internas del club, para torear alguna vaquilla. Hace más años, el Madrid solía organizar unos festivales taurinos benéficos, en los que, además de los toreros, podían intentar torear una vaquilla los futbolistas que lo desearan. El caso más curioso que recuerdo es el de Montalvo, un medio izquierdo sevillano, compañero de Miguel Muñoz: se puso a darle manoletinas a una vaquilla tan obediente que repitió el muletazo muchas veces. Eso causó el descrédito de ese pase: si lo podía dar un futbolista… Más tarde, las volvieron a poner de moda Mondeño, Bernadó, José Tomás… ¡Cómo me gustaría que, en un festival, Nacho, por ejemplo, se pusiera a dar espaldinas y el muy simpático Rüdiger diera muletazos mirando al tendido! Harían un gran favor a la actual Tauromaquia.
Durante esta semana de San Isidro, me había preparado yo para la final de este sábado leyendo una divertida novela inglesa, de J.L.Carr: «Cómo llegamos a la final de Wembley. Y la ganamos». Por decimoquinta vez, el Real Madrid, simplemente, lo ha hecho.
FICHA
- Madrid. Feria de San Isidro. Sábado 1 de junio. Lleno. Corrida de rejones. Toros de Los Espartales, de juego variado.
- RUI FERNANDES, de casaca azul, 6 pinchazos, rejón y descabello (silencio). En el cuarto, rejón y descabello (aviso, ovación).
- SERGIO GALÁN, de chaquetilla clara, rejón contrario (oreja). En el quinto, pinchazo y rejón (petición y saludos).
- DIEGO VENTURA, de chaquetilla de terciopelo oscuro, varios rejones y descabello (saludos). En el sexto, rejón (dos orejas y salida a hombros).