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Crónica deAndrés Amorós

Un diluvio obliga a suspender a mitad el festejo inicial de San Fermín

Sólo pudieron lidiarse dos novillos, antes de una gran tormenta

La tormenta ha hecho huir al público y ha puesto el ruedo impracticable

Aunque algunos no lo adviertan, todo el enorme trabajo de organización de la Feria de San Fermín se sustenta en la resuelta voluntad de los pamplonicas y en un escrupuloso respeto por muchas tradiciones. Una de ellas, surgida en los últimos años, consiste en que, antes del primer encierro, el del día 7 de julio, se celebren ya dos festejos taurinos: una novillada y una corrida de rejones. A estas dos corridas no asisten las peñas, con sus pancartas y sus cánticos. Esta tarde, a pesar de la coincidencia con el acontecimiento futbolístico, la Plaza presenta una gran entrada: un testimonio claro de la pasión por el toro bravo que sienten los navarros.

El cartel estaba bien pensado: una apuesta por la ganadería navarra de Pincha y por un trío de novilleros que han mostrado su capacidad en las Ferias de Valencia y Madrid. Desgraciadamente, en un día de mucho calor, cae el diluvio mientras se lidia el segundo novillo. Está claro que no se puede continuar, por mucho que muestre su empeño el tercer novillero, Samuel Navalón: el público ha huido y el ruedo se ha puesto impracticable.

Los dos únicos novillos que hemos podido ver, de Pincha, han resultado manejables. Tanto Jarocho como Alejandro Chicharro han realizado meritorios trasteos pero lo han estropeado todo con la espada.

Recibe Jarocho al primero con una larga de rodillas y buenas verónicas. El novillo acude al caballo al relance, se muestra incierto pero, en la muleta, va a más. El joven burgalés, que pronto tomará la alternativa, se luce en un comienzo de faena clásico, con ayudados por alto, cargando la suerte. Muletea con gusto, andándole bien al novillo. Es una faena de oreja pero todo lo estropea en la suerte suprema.

Alejandro Chicharro, durante la lidia de su primer y único novilloEFE

Reaparece el madrileño Alejandro Chicharro, después de un percance que le ha tenido veinte días sin torear. Recibe al segundo novillo con verónicas de manos bajas, cuando comienzan a caer gruesas gotas de lluvia. Comienza la faena de muleta de rodillas, en el centro del ruedo. El novillo es pronto, acude con alegría. Alejandro vacía bien las encastadas embestidas. Menos me gustan las espaldinas, ahora tan de moda; en una de ellas, atropellando la razón, sufre una voltereta. Aunque el público está pendiente del aguacero, prolonga con bernadinas. Ha sido una faena de novillero, que lo da todo… menos con la espada. Todo el mérito se esfuma, mientras cae una tremenda tromba de agua.

A pesar de su empeño, Samuel Navalón no ha podido lidiar ningún novillo. Otra vez será.

El tendido de la Plaza de Toros de Pamplona, prácticamente vacío tras el estallido de la tormenta

El agua ha truncado este agradable aperitivo al gran banquete que supone esta Feria. He recordado esta tarde una estupenda comedia cinematográfica de Frank Capra, con James Stewart: Caballero sin espada es el título que se dio en España a El señor Smith va a Washington. (Por desgracia, suelo recordar ese título en bastantes corridas, a lo largo de toda la temporada). Los dos novilleros han toreado bastante bien y han matado muy mal. Tienen que corregirlo.

Este sábado, si el tiempo no lo impide –esta vez, hay que subrayar la fórmula– Pablo Hermoso de Mendoza recibirá, en su despedida, el gran homenaje de sus paisanos.

POSTDATA. Para atacar a la tauromaquia, en el Congreso, el Presidente de la Comisión de Cultura, Gerardo Pisarello, leyó un texto en el que mencionaba el «asesinato» de Unamuno y colocaba los reinados de Carlos III y Carlos IV a fines del siglo XIX: una muestra de ignorancia difícil de igualar. Pronto le ha salido un competidor: el alcalde de Badalona, García Albiol, del PP, ha negado el permiso para un festejo taurino, alegando que la Fiesta supone «maltrato animal». Al hacerlo, ha ignorado las leyes que proclaman su inclusión dentro de nuestro patrimonio cultural inmaterial y obligan a todas las autoridades a protegerla. ¿No tiene nada que decir la dirección del PP de eso? Como se ve, la ignorancia no es exclusiva de ningún grupo político. Lo escribió irónicamente Pérez de Ayala: «¡Viva la estulticia!» La inevitable reflexión da pánico: en esas manos estamos…

FICHA

  • Pamplona. Feria de San Fermín. Viernes, 5 de julio. Muy buena entrada. Novillos de Pincha, manejables.
  • JAROCHO, de celeste y oro, 4 pinchazos , estocada atravesada y descabello (aviso, silencio).
  • ALEJANDRO CHICHARRO, de azul y oro, pinchazo, estocada caída y 3 descabellos (silencio).
  • No llegó a actuar Samuel Navalón al suspenderse el festejo después del segundo novillo, por una gran tromba de agua.