La amenaza de lluvia y la ausencia de incidentes marcan el comienzo de los Sanfermines 2024

Pamplona ya se encuentra en fiestas. Los tradicionales «Viva San Fermín, Gora San Fermín» gritados al unísono por tres dantzaris del grupo de danzas Duguna, Aritz Ibáñez, Ángel Arana e Itxaso Martínez de la Pera, han precedido, como es tradición, el encendido del cohete más famoso del mundo, el Chupinazo que da inicio a los Sanfermines 2024.

Comienzan así ocho días y medio, 204 horas de fiesta y diversión ininterrumpidas en las que este año, al coincidir con dos fines de semanas, se prevén más multitudinarias que nunca.

Este año no se ha registrado ningún incidente reseñable. Así como en su anterior etapa, el alcalde Joseba Asirón (Bildu) hizo todo lo posible por imponer la bandera de la Comunidad Autónoma Vasca, la ikurriña, en el comienzo de fiestas, incluso cayendo en fraude de Ley como dictaminaron los tribunales, el pacto con el PSOE por el que los socialistas regalaban a Bildu la Alcaldía de Pamplona, consumado el pasado 28 de diciembre, impedía que Asirón «la liase». Un Ayuntamiento como el de Pamplona bien vale una renuncia durante un día. Aunque, eso sí, no han faltado pancartas entre la gente referidas a los presos etarras o a Palestina.

Comienzan así 204 horas en las que se han organizado 514 actos festivos diferentes, uno cada media hora, más las actividades convocadas por las peñas, asociaciones y colectivos por su cuenta. La Procesión del 7de julio, las corridas de toros, la música por todas partes, conciertos, la Comparsa de Gigantes y Cabezudos que cada mañana hacen las delicias d ellos más pequeños, los fuegos artificiales y, sobre todo, lo más famoso de los Sanfermines, los ocho encierros de toros que cada mañana, puntualmente a las 8 recorrerán los 850 metros que separan la Cuesta de Santo Domingo de los corralillos de la plaza de toros.

Pese a la amenaza de lluvia que en la jornada del 5 de julio provocó la suspensión de la novillada previa a los Sanfermines, la predicción meteorológica prevé que este 6 de julio sea el día más fresco y lluvioso de todos los Sanfermines. Como si fuera una deidad, a partir del Chupinazo, la climatología irá mejorando poco a poco hasta vivir días, a mitad de semana, de auténtico calorazo.

De esta forma, no se verá empañada la alegría, la fiesta y la celebración que sirve de paréntesis a los pamploneses y sus visitantes en el trajín diario del resto del año. Tal es así, que, incluso se imprimen calendarios en los que el año comienza un 6 de julio y concluye el 5 de julio. Esta forma de contar los años también forma parte de la idiosincrasia de Pamplona.