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Imagen de archivo de la Plaza de Toros de Pontevedra, en una corrida de la feria Virgen peregrina de 2016EFE

Entrevista

Pablo Lozano, empresario de la Plaza de Pontevedra: «Quizá nació aquí el famoso grito 'Juli, quédate'»

La feria de la Peregrina, celebrada en la Plaza de toros de San Roque, es la más importante Feria taurina gallega

Este fin de semana tiene lugar, en Pontevedra, en la Plaza de toros de San Roque, la Feria de la Peregrina, la más importante Feria taurina gallega. Posee una larga tradición y está muy consolidada, entre los aficionados. Es una Feria de categoría pero, a la vez, amable, con un público muy entusiasta. Forma parte del grupo de las Ferias del Norte, como las de Santander y Gijón, que se han incorporado a las clásicas, Bilbao y San Sebastián.

En vísperas de su comienzo, hablo de esta Feria con uno de sus gestores, Pablo Lozano, empresario, apoderado, escultor y escritor. Es hijo del matador Pablo Lozano, al que apodaron «la muleta de Castilla», que ha sido uno de los mejores conocedores, en los últimos tiempos, del toro bravo.

–A algunos les sorprenderá que hablemos de la afición taurina, en Galicia.

–Pues existe bastante afición. Y lo más ilusionante: en los últimos años, se han incorporado a esta afición muchos jóvenes, que disfrutan con los toros igual que sus mayores. Es una tradición que se mantiene con fuerza.

–Hubo otra Plaza importante en Galicia, la de La Coruña. Recuerdo que allí tomó la alternativa Luis Miguel Dominguín, que le tenía especial cariño, pero aquella Plaza se cerró. ¿Puede pasar algo así en Pontevedra?

–La historia taurina de La Coruña fue muy importante, pero tuvo vicisitudes, se erigió un espacio multiusos, acabó cerrándose. La de Pontevedra tiene más de cien años. Aquí, la afición está muy consolidada: los pontevedreses la valoran como algo propio, de lo que se sienten orgullosos. Las corridas de la Feria son muy del gusto del público. No hay visos de que esta Feria corra riesgos.

–La gran ventaja (en realidad, el gran acierto) es que esta Plaza es de vuestra propiedad.

–La compró mi familia hace cuarenta años y siempre le hemos tenido especial cariño. Mi tío Eduardo suele decir que «es nuestra niña bonita». Mientras sea nuestra, la defenderemos, sin duda alguna. No la vamos a dejar caer.

–Aunque a algunos les extrañe, Pontevedra tiene una gran tradición taurina. Hay testimonios ya de un festejo taurino en 1559. En 1892 había una Plaza de madera. (Lo he visto en el libro histórico de Enrique Parra, «Parrita»). La sustituyó la actual, de piedra: la inauguraron, en 1900, Bombita y Bombita chico. Desde entonces, han actuado en ella todas las grandes figuras de la Tauromaquia.

–Todas: figuras históricas como Manolete, Conchita Cintrón, Luis Miguel (que le tenía especial cariño: fue propiedad de su familia), Ordóñez, El Cordobés, Jesulín, Joao Moura, Palomo Linares… En los últimos tiempos, Antoñete realizó en Pontevedra una de sus últimas grandes faenas. Espartaco vino a torear aquí desde chico: hace poco se le ha dedicado una placa. César Rincón obtuvo grandes éxitos. Enrique Ponce toreó muchísimas tardes. El Juli vivió el comienzo de su gran final, quizá nació aquí el famoso grito «Juli, quédate»: fue algo muy emocionante.

–Es una Plaza con sabor, está bien conservada y mantenida. Y se ha modernizado: es cubierta.

–Tiene un aforo de unas 7.000 localidades, repartidas en dos pisos. Es de segunda categoría. Nos preocupamos de cuidarla: es un monumento emblemático. La cubierta se inauguró en 1996, en una corrida con Ponce, Barrera y Rincón. Es muy conveniente, en Galicia, porque garantiza la comodidad de los diestros y del público. Tiene una abertura central, deja espacio para que no se concentre la humedad.

–¿Se llena?

–Tiene muy buenas entradas: el promedio es de tres cuartos para arriba.

–Le dan especial color las Peñas, con sus vestimentas de colores y su permanente alegría.

–Son numerosas, más de cuarenta. Las componen buenos aficionados, mayores y jóvenes, que se incorporan a la Fiesta.

–Además de asistir a las corridas, los peñistas son muy activos, organizan concursos de carteles y de fotografía, viajan a las ganaderías. Recuerdo alguno de sus lemas: «Somos una afición muy verdadera, que nunca va a fallar. Somos más que nunca». Su coordinador, Juan Ramón Riveiro, ha declarado que Pontevedra «goza de una salud taurina de hierro». Vosotros, como empresa, les prestáis mucha atención.

–Lógicamente, intentamos traer a los toreros que más les atraen. Este año, además de Morante y Roca Rey, dos grandes figuras, vuelve Talavante después de seis años de ausencia, se presenta Juan Ortega y repiten Daniel Luque y Tomás Rufo, que el año pasado cortaron tres orejas. Damos a conocer los carteles en un acto que reúne a muchísimo público: este año, en el Liceo Casino, con la presencia de César Rincón, al que se recibió con especial cariño, después del atentado que sufrió en Colombia su estatua. También organizamos una tradicional becerrada, dirigida por un matador, en la que algunos aficionados prueban sus aptitudes taurinas.

–Por esta Plaza han pasado muchos personajes importantes. En La arboleda perdida, su libro de Memorias, cuenta Rafael Alberti que, el día 3 de julio de 1927, Ignacio Sánchez Mejías, como broma, le hizo hacer el paseíllo a Rafael, dentro de su cuadrilla, vestido «con un traje naranja y negro, traje de luto que Ignacio conservaba desde la trágica muerte de Joselito, su cuñado». El poeta le siguió la broma, pero, cuando vio de cerca al toro, decidió quedarse dentro del callejón, toda la tarde: «A la salida de la Plaza de Pontevedra, me corté la coleta; quiero decir, que di por terminada mi carrera taurina. Tan solo había durado tres horas».

–También he leído yo esa anécdota. A lo largo de más de cien años, por esta Plaza han pasado muchos personajes famosos: Alfonso XIII, el actor Anthony Quinn, dos Premios Nobel de literatura como Hemingway y Camilo José Cela; últimamente, el expresidente de Colombia Andrés Pastrana, que solía acudir con Sebastián Palomo, su gran amigo…

–¿También algún político actual?

–Varios, gallegos: Mariano Rajoy, Alberto Núñez Feijoo, Alfonso Rueda. A muchos personajes les gustan los toros, pero calculan en qué actos públicos aparecen.

Alberto Núñez Feijóo, Mariano Rajoy y Alfonso Rueda (una fila por encima de ellos), en la Plaza de Toros de PontevedraEFE

–¿Hay manifestaciones de antitaurinos?

–Hay que convivir con los aficionados y con los que no lo son. En democracia, debemos respetar a todos y cumplir la ley. Y la Fiesta no solo es legal, sino que está reconocida como parte de nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial. Todos nos manifestamos, dentro de la ley: los aficionados, acudiendo a las Plazas.

–Pontevedra es una preciosa ciudad, que atrae a muchísimos visitantes. ¿Ayudan algo los toros al turismo de la ciudad?

–¡Desde luego! Tenemos comprobado que acuden a esta feria muchos aficionados de toda España; bastantes, de la cercana Portugal; algunos, incluso de Francia y de Hispanoamérica. Los toros suponen una enorme riqueza cultural y también turística.

–Como profesionales y como aficionados, ¿creéis que los toros tienen futuro, en Pontevedra?

–¡Sin duda alguna! Este año, ha habido colas, en cuanto hemos abierto las taquillas. Aquí vamos a seguir trabajando y disfrutando de los toros, con gran ilusión, cada vez más, porque sabemos que esa afición existe y que está muy viva.