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Una lectora examina un libro en la Feria del Libro de Madrid

¿Quieres publicar tu novela? Esto es lo que debes tener en cuenta para lograrlo

Cualquier aspirante a escritor se encontrará con una carrera de fondo llena de obstáculos para publicar su primera novela

Si nos atenemos a los datos, el sector editorial español goza de buena salud. Según las estadísticas de libros inscritos en ISBN, en 2023 se publicaron 87.122 libros, y la industria del libro representó cerca del 30 % del PIB generado por el sector de la cultura.

Irónicamente, se dice que en España se publica más de lo que se lee, y probablemente sea cierto, porque, convertidos en objeto de regalo, de mero coleccionismo o incluso decorativo, se compran más libros de los que luego se leen.

Aunque gran parte de esos libros publicados son obras de escritores extranjeros, o incluso clásicos, un escritor novel que quiera abrirse paso en el mundo editorial lo tendrá francamente difícil ante tantos peces en el mar.

Las grandes editoriales, muchas veces, apuestan por escritores consagrados, personajes famosos o políticos para garantizar las ventas en librerías.

Un escritor que se presenta ante una editorial con su primer manuscrito, por muy bueno que sea, seguramente lo llevará crudo ante las últimas memorias de Pedro Sánchez escritas por Irene Lozano.

Así las cosas, ¿qué puede hacer un escritor que está dando sus primeros pasos para dar luz a ese manuscrito que lleva meses, o años, en un cajón?

Lo primero que debe hacer todo escritor una vez ha terminado su obra es darla de alta en el registro de la propiedad intelectual. Es más importante de lo que parece, aunque luego se puedan introducir modificaciones en el texto.

La propiedad intelectual es una competencia descentralizada y, por lo tanto, se deberá acudir al registro de la correspondiente comunidad autónoma. Suele ser una gestión fácil y rápida que se puede hacer por internet.

Una vez registrado el texto, el aspirante a escritor tiene cinco caminos para publicar el libro: los concursos, los agentes literarios, las editoriales clásicas, las editoriales de coedición y la autopublicación.

Concursos literarios

Los concursos literarios son la forma con más garantías para introducirse en la industria editorial. Dicho así, parece muy fácil, pero es evidente que ganar un premio no es en absoluto sencillo.

Sin embargo, vale la pena intentarlo, sobre todo con relatos, que pueden permitir sumar un galardón al palmarés literario que luego se ostentará en la solapa de tu futura novela publicada.

Más allá de los grandes premios literarios —donde evidentemente resulta más difícil obtener el galardón— y con independencia de la fama de favoritismos, existen muchísimos premios literarios convocados por ayuntamientos, fundaciones, administraciones públicas varias y asociaciones, con premios económicos más pequeños que el Premio Planeta (1.000.000 de euros) o el Nadal (30.000 euros), en los que un escritor primerizo tendrá muchas más posibilidades si su obra es buena.

Agencias literarias

La segunda manera de publicar es mediante un agente literario, que actúa de intermediario entre el escritor y la editorial.

El agente literario cobrará en función de los beneficios generados por la obra una vez publicada, pero conseguir que representen a un escritor primerizo no es fácil.

Lo primero es seleccionar el agente, o agentes, que se piense que pueden estar interesados en tu obra.

A continuación, el aspirante a escritor debe ponerse en contacto con la agencia literaria y mandarles una carta de presentación junto con una sinopsis de la obra, un breve fragmento de la misma y un análisis del mercado al que va dirigida. La respuesta puede tardar meses.

Si la obra resulta rechazada —habitualmente con palabras amables—, no hay que desanimarse. Si se cree en la calidad de la obra, hay que seguir intentándolo. Si la respuesta es positiva, entonces ha llegado el momento de remitirles el original y esperar a que alguna editorial compre los derechos de la obra.

Editoriales tradicionales

Es lo más tentador. Mandar el original a Planeta, Alfaguara o Penguin Random House es algo que antes o después todo escritor principiante termina por hacer. Pero es mala idea, o al menos un esfuerzo inútil.

Es muy poco probable que una gran editorial publique a un absoluto desconocido que aparece por la puerta con su original de 300 páginas y ningún mérito en sus espaldas.

Además, la mayoría de las editoriales no aceptan originales no solicitados. Aun así, las hay que, en ocasiones, abren procesos de recepción de originales. Tal vez entonces sí sea buena idea intentarlo.

Más viable es probar con las editoriales medianas y pequeñas que, por lo general, cuidan mejor la edición de sus escritores, miman la corrección del texto y se preocupan de que la obra tenga el máximo rendimiento posible.

Para mandarles un original a una editorial, el proceso es el mismo que al enviarlo a una agencia literaria: hay que mandar una carta de presentación y una propuesta editorial con la sinopsis y el estudio de mercado.

Autoedición y Coedición

Salvo casos excepcionales que responden a situaciones particulares, no es aconsejable publicar con editoriales de coedición.

La coedición consiste en que el autor corre con todos o con parte de los gastos de la edición y la editorial se encarga del proceso de diseño del libro, maquetación, publicación y distribución.

Por lo general, la distribución suele limitarse a unas pocas librerías con las que tienen acuerdos que se cumplen en mayor o menor medida. O ponen el libro a disposición en las grandes superficies, pero a demanda.

Sin embargo, el grueso de la promoción lo deberá asumir el autor, organizando presentaciones, llamando a la puerta de los medios de comunicación y diseñando la estrategia en redes sociales.

Es cierto que la coedición es muy tentadora para el aspirante a escritor, pues le permite publicar fácilmente en una editorial y ver su libro en el escaparate de algunas librerías, ahorrándose los arduos procesos de selección y filtro de las editoriales tradicionales.

Sin embargo, el resultado suele ser decepcionante para el autor, pues al final logrará vender 100 o 200 ejemplares entre familiares y amigos incondicionales y terminará con otros 200 almacenados en el armario de su casa.

La autopublicación en plataformas dedicadas a tal propósito tampoco es un camino recomendable, pese a ser también muy tentador.

En internet pueden leerse muchos testimonios de supuestos casos de éxito, y alguno lo hay. Pero, por lo general, el resultado será el mismo que en la coedición y la obra quedará bloqueada.

Además, al coeditar o autopublicar, la novela deja de ser inédita, lo que le cerrará las puertas de los concursos literarios y de la mayoría de las editoriales tradicionales.