Alvise se retrata con los toros
No apoya en el Parlamento europeo una iniciativa en favor de la cría del toro de lidia
La disparatada España que nos ha tocado vivir sigue sorprendiéndonos cada día. No son pocos los que aspiran a competir con Pedro Sánchez, al querer sorprendernos con argumentaciones inverosímiles: no conseguirán vencerlo en ese terreno, en el que es imbatible, pero lo intentan.
Ahora es el llamado Alvise Pérez, europarlamentario europeo por los votos españoles, el que nos ha sorprendido, negándose a apoyar una propuesta de PP y Vox en favor de los ganaderos de nuestro país.
En resumen, los argumentos que ha dado son dos:
1- «No me gusta que el dinero público se tire en favor de espectáculos privados». Con este criterio, espero que proponga en seguida retirar cualquier ayuda pública a ópera, cine, teatro, música, danza…
2- Los toros son «un espectáculo de brutalidad, crueldad, abuso, tortura, violencia y malos tratos contra un animal por mero ocio», en el que «se apuñala repetidas veces en los músculos del cuello a un animal que sufre de una manera brutal hasta morir».
Si la Tauromaquia fuera solamente eso, sería lógico no apoyarla. El problema surge porque han visto en ella otros valores algunos personajes que quizá no son muy inferiores intelectualmente al señor Alvise: por ejemplo, Ortega y Gasset, Salvador de Madariaga, Américo Castro, Ramón del Valle-Inclán, Ángel Álvarez de Miranda, Federico García Lorca, Rafael Alberti, José Bergamín, Manuel Machado, José María Pemán, Gerardo Diego, Miguel Hernández, Agustín de Foxá, Camilo José Cela, Antonio Gala…
Quizá todos estos pobres ignaros se equivocaban, ha tenido que llegar el señor Alvise para iluminarles e iluminarnos con la luz de la sabiduría. En la práctica, cada uno ve la realidad como quiere (y se retrata con lo que dice haber visto).
Pero hay algo más sencillo, más básico, más fácil de entender, hasta para eurodiputados como el señor Alvise: no existe ayuda europea alguna para el espectáculo de las corridas de toros. Eso es así, indiscutible. Otra cosa es que puedan optar a ayudas de la Comunidad Europea los agricultores y los ganaderos españoles, incluidos los que crían toros bravos, igual que el resto de criadores de ganado bovino.
Por mucho que lo niegue o lo disfrace, al votar no a la propuesta del PP y Vox, el señor Alvise está perjudicando objetivamente a muchos agricultores y ganaderos españoles.
¿Por qué lo hace? Quizá por estar preso en los prejuicios de ese animalismo radical que, como ha señalado reiteradamente Victorino Martín, es «incompatible con nuestra herencia cultural humanista europea».
O quizá, simplemente, porque intenta hacerse un hueco dentro de la derecha, separándose en esto de PP y Vox, para conseguir algún rédito electoral.
Muchos españoles tenían dudas sobre las ideas y sobre el nivel del señor Alvise. Ya tienen un síntoma muy claro: se ha retratado. Se ha colocado al lado de la ignorancia y el sectarismo de los ministros Urtasun y Óscar Puente. Quizá eso le dé algún mérito intelectual o algunos votos: ¡enhorabuena!