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La escuela de Atenas y el Gobierno español en el CongresoGTRES

Del Gobierno de los mejores al Gobierno de los peores, cómo Platón anticipó la realidad de España y del mundo

El discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles creía en el gobierno de los virtuosos, instruidos en la virtud, y temía en la posterior caída en la tiranía tras la imperfecta democracia

Es curioso y real cómo Platón, uno de los máximos sabios de la humanidad, cuyas ideas permanecen más de dos mil años después, pensaba que la democracia era uno de los peores sistemas de Gobierno. Si pudiera ver la actual democracia española, es posible que se sorprendiera de su impresionante acierto y también de sus errores, aunque posiblemente de estos últimos algo menos.

El Gobierno de los aristócratas

Platón creía en el Gobierno de los filósofos, incorruptibles y sabios. Eran los aristócratas los mejores, pero no los mejores porque fueran condes, duques o marqueses, sino porque habían sido instruidos para serlo, para gobernar, para una función específica y fundamental, una educación similar en su sentido a la que ha recibido por ejemplo el Rey Felipe, una educación específica, y que ahora recibe la princesa de Asturias.

Esos aristócratas entrenados de Platón serían virtuosos e incorruptibles y por eso serían los mejores para gobernar. Pero esto tenía para el filósofo un equilibrio precario porque los herederos, los hijos de los mejores serían ricos y tendrían privilegios, con ellos llegaría la oligarquía, el gobierno de unos pocos, y después la democracia, el gobierno del pueblo, como remedio para combatir la desigualdad anterior.

Pero la democracia, quien podría decirlo salvo el discípulo de Sócrates (quien ya dijo de ella, según refirió su propio pupilo, que era la «forma agradable de la anarquía»), el gobierno del pueblo, desemboca en la tiranía o en su querencia. El tirano en el triunfo de la libertad, elegido supuestamente por ella, manipula al pueblo para «dominar la democracia», justo lo contrario del líder sabio, virtuoso e incorruptible del principio platónico.

La democracia moderada de Aristóteles

Tan lejos y tan cerca del Gobierno español (y de tantos otros), fiel reflejo último de la cronología de aquel que matizó Aristóteles, discípulo de Platón, en su democracia moderada, donde la democracia se entremezclaba con la aristocracia de su maestro en una evolución que quizá alguna vez tuvo su reflejo en la democracia principiante española, pero desde luego no en la actual.