¿De dónde viene la expresión «estar como una cabra»? Este es su origen
Un refrán que refleja las semejanzas del ser humano con el mundo animal
Es caótico, impredecible y excéntrico. Aunque sea ágil, es desordenado y esporádico. Esta descripción no es sobre el carácter de algún amigo nervioso o inquieto, sino del peculiar comportamiento de las cabras.
Hoy en día, la locución coloquial «estar como una cabra» se utiliza para describir a alguien excéntrico e imprevisible. Se trata de un gracioso refrán que describe, en pocas palabras, el inusual carácter de una persona.
Esta es, precisamente, la gracia de los refranes: pequeñas frases que aportan expresividad al lenguaje y describen metafóricamente una realidad.
Muchos de estos refranes están inspirados en la naturaleza. Por ejemplo, decimos «más vale pájaro en mano, que ciento volando» para expresar que lo seguro es mejor que lo que no podemos controlar. Decimos «perro ladrador, poco mordedor», para quejarnos de quienes amenazan mucho, pero hacen poco.
La genialidad de los refranes está, precisamente, en su capacidad de encerrar la sabiduría popular y el ingenio de generaciones. Como en tantas otras ocasiones, las expresiones de animales encuentran su origen en la vida rural y se crean de las semejanzas que existen entre las personas y el comportamiento de algunos animales.
Cuando decimos que alguien «es perezoso» nos referimos a que es una persona vaga o lenta, y lo comparamos con el movimiento lento y costoso del mamífero. La expresión «estar como una cabra» no es una excepción, ya que su significado recuerda al comportamiento enérgico e irracional de las cabras. Este tipo de comportamiento es aún más notorio en las crías de las cabras, las «chotas». De ahí la popular expresión «estar como una chota.»
En todos los casos se trata de expresiones amistosas, que expresan de modo muy visual la locura de alguien imprevisible y poco convencional.