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Imagen de la serie The TerrorAMC

Identifican los restos del capitán de la expedición Franklin de 1845 que fue devorado por sus compañeros

Una serie producida por Ridley Scott, The Terror, se basó en la aventura fatídica de los barcos de la Armada Británica HMS Terror y HMS Erebus

La historia dio origen a una serie de terror, The Terror, producida, entre otros, por Ridley Scott. Narraba el viaje fatídico de la expedición Franklin, con fines cartográficos, realizada por los barcos de la Armada Real británica HMS Erebus y HMS Terror.

Ambas naves quedaron varadas en el hielo del Ártico en un territorio completamente inhóspito y deshabitado. Ya antes algunos miembros de la tripulación habían enfermado, una suerte de mal presagio. El resultado de permanecer perdidos y sin ayuda posible fue una especie de antecedente del caso del vuelo del equipo de rugby uruguayo que se estrelló en Los Andes en 1972.

Del accidente y su terrible historia surgieron los testimonios, libros y conferencias de los supervivientes que dieron lugar a dos películas, Viven de 1993 y la más reciente La sociedad de la nieve del español Juan Antonio Bayona. Para poder salvar la vida, los sobrevivientes decidieron comer los cadáveres de sus compañeros muertos.

Fue exactamente lo que tuvieron que hacer más de un siglo antes los tripulantes de la expedición Franklin en 1845. Unos investigadores han descubierto los restos del capitán James Fitzjames en la isla King Williams, que es a donde llegaron los tripulantes en busca de ayuda tras abandonar los barcos en medio del hielo.

451 huesos

Se han encontrado 451 huesos pertenecientes a los 100 marineros que arribaron a esta tierra y que finalmente murieron por el hambre, el frío y enfermedades como el escorbuto, además de por envenenamiento debido al plomo de las latas de conserva. El análisis del ADN y su comparación con el de los parientes vivos ha permitido la identificación, entre otros, de Fitzjames, pero se sigue buscando a todos los demás.

Los exámenes de los investigadores de la Universidad de Waterloo y de la Universidad Lakehead, cuyos resultados han sido publicados en Journal of Archaeological Science: Reports, han revelado que en los huesos de su mandíbula se aprecian terribles marcas de cortes, señal de que su carne fue arrancada en la desesperación de los protagonistas de esta tragedia.