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Trabajadores del Antiguo Egipto en la Tumba de Menna en Tebas

'La sátira de los oficios', el Quijote de los antiguos egipcios que denigraba los empleos en favor de uno solo

La obra animaba a los niños a aprender para poder dedicarse a la única mejor profesión

En La sátira de los oficios, un texto de hace más de 4.000 años, un padre le explica a su hijo, mientras le acompaña a la escuela, las distintas profesiones con la intención de hacerle comprender que debe aspirar a la de escriba, la más elevada y respetada de todas y también la menos dura.

Los escolares del Antiguo Egipto utilizaban este libro de texto para aprender a escribir, aunque s no se sabe muy bien cuál era el método de aprendizaje que, sin demasiado detalle, consistía mayormente en memorizar largos pasajes de una obra que ya resultaba antigua.

Fragmento de La sátira de los oficios en el ostrakon del Museo Egipcio de Turín

Los investigadores sí han logrado averiguar, por ejemplo, que los alumnos no tenía horarios de clase fijos (porque solían poner la fecha en sus trabajos), pudiendo ser en cualquier día de la semana. También se sabe que era frecuente que el maestro escribiera pasajes del texto para que el alumno los copiara y también solo copiaba una parte con la intención de que el alumno continuara.

Papiro de Ipuur

El texto completo de La Sátira de los Oficios se conserva en el papiro Salier II, guardado en el Museo Británico y forma parte de la llamada literatura sapiencial, con la característica de que un padre o un profesor da consejos a un hijo o a un pupilo para conducirse en la vida. Hasta ahora se creía que estaba escrito en tono satírico, pero nuevos estudios dudan ahora de esta afirmación.

El alfarero escarba en el lodo más que los cerdos para cocer sus cacharros

«Mira, nada hay mejor que los libros; son como un barco en el agua [...]. Voy a hacer que ames los escritos más que a tu madre, voy a presentar sus bondades ante ti. Es más grande que cualquier otra función; no existe en la tierra su igual [...]», le dice Dua-Heti a su hijo (la obra también es conocida como Instrucciones de Dua-Heti).

Al mismo tiempo que describe con detalle la dureza de los otros oficios: «El barbero está afeitando hasta el final de la tarde [...]. El alfarero ya está bajo tierra aunque aún esté entre los vivos. Escarba en el lodo más que los cerdos para cocer sus cacharros... Sus vestidos están tiesos de barro, si cinturón está hecho jirones. El aire que entra en su nariz sale derecho del horno [...]».

Voy a hacer que ames los escritos más que a tu madre

Se cree también que, aparte de didáctico, La sátira de los oficios pudo tener un carácter propagandístico impulsado por el faraón, que quería un fuerte cuerpo de funcionarios puestos a su servicio.