Por qué la influencia cultural hispana será decisiva en las elecciones de EE.UU.
En un país como EE.UU. cada vez menos anglosajón monolítico y más híbrido anglo-hispánico, el peso de la cultura hispánica en las elecciones presidenciales se torna capital
Los hispanos representan el 19 % de la población de Estados Unidos y el 15 % del electorado. Por si su peso demográfico no fuera suficiente, son una comunidad con una fuerte identidad cultural, lo que se traduce en actitudes ante la política y la realidad social muy estructuradas.
Esa particularidad hace de la comunidad hispana el segundo grupo demográfico más importante de Estados Unidos y, según la Hispanic Council, su voto será decisivo para el resultado de las elecciones del próximo 5 de noviembre.
Unas elecciones en las que, según la Hispanic Council, la mayoría del voto hispano podría dirigirse hacia el Partido Republicano.
La Hispanic Council concluye que la comunidad hispana ya no se puede considerar como una «minoría», más bien como un grupo electoral cuyo voto decidirá la disputa electoral entre Kamala Harris y Donald Trump en un escenario impredecible que se caracteriza por su volatilidad.
En ese sentido, la Hispanic Council definió cinco claves para interpretar de qué modo el peso cultural de la comunidad hispana de Estados Unidos resultará esencial el 5 de noviembre.
En primer lugar, y más evidente, se trata de un asunto demográfico. Unos 36 millones de hispanos estadounidenses tiene derecho a voto. Son el 15 % del electorado que, además, está muy movilizado. En las elecciones de 2020 el 53,7 % de los hispanos con derecho a voto ejerció su derecho, y se espera que en la presente cita electoral aumente ese porcentaje de participación.
Una segunda clave la representa la juventud del electorado hispano en Estados Unidos. El 31 % de los hispanos estadounidenses tiene menos de 29 años y son estadounidenses de segunda o tercera generación. Son votantes muy informados, con estudios superiores y acceso a la vivienda.
Otra particularidad de la comunidad hispana que refuerza su importancia electoral es su amplia dispersión. Los hispanos no se concentran en guetos ni se limitan a vivir en uno pocos territorios concretos, sino que se han instalado a lo largo y ancho de toda la geografía nacional.
Los Estados con mayor presencia hispana son cinco Estados esenciales: California, Texas, Florida, Nueva York y Arizona. Además, su peso demográfico aumenta en los llamados «Estados pendulares», ejemplo paradigmático es el de Pensylvania.
El cuarto rasgo definitorio de la comunidad hispana es sus convicciones conservadoras. Los hispanos estadounidenses suelen ser conservadores, rechazan ideologías progresistas como la woke y se niegan a proyectos de ingeniería social como la racialización.
La Hispanic Council destaca que cada vez más la comunidad hispana opta por respaldar al Partido Republicano en detrimento del Demócrata, partido al que históricamente habían votado los hispanos.
Por último, la Hispanic Council destaca que el impacto de la comunidad hispana no es solo electoral, sino cultural. Los candidatos suelen recurrir a expresiones propias de la cultura hispana en el ámbito de la lengua, la música, el arte o incluso la mentalidad idiosincrásica de los hispanos.
Tanto Trump como Harris han recurrido en la presente campaña electoral a elementos propios de la cultura hispana para atraer su voto, lo que subraya aún más que Estados Unidos ha dejado de ser un país monolítico anglosajón para pasar a ser híbrido anglo-hispánico.