Un estudiante de Oxford se suicida después de una «condena woke» por parte de sus compañeros
El detonante fue la «incomodidad» expresada por una mujer tras un encuentro sexual con el alumno. Por esa razón sus compañeros le «cancelaron» hasta nuevo aviso sin opción de defensa
Un estudiante universitario se quitó la vida después de que sus amigos le condenaran al ostracismo porque una mujer expresó su «incomodidad» tras un encuentro sexual. Alexander Rogers, de 20 años, era estudiante de tercer año en el Corpus Christi College de Oxford y murió después de haber sido apartado por sus compañeros más cercanos, según la investigación.
La mujer protagonista expresó la citada «incomodidad» tras dicho encuentro sexual. Al parecer Rogers se reunió con sus amigos y estos le dijeron que «había metido la pata», según The Times, que necesitaban espacio y que ya le dirían algo en un par de semanas. Rogers murió al día siguiente.
Según las declaraciones de sus compañeros, el estudiante parecía angustiado. Las investigaciones han confirmado que Rogers se quitó la vida y el forense jefe ha determinado que la decisión «probablemente» había sido influida por el aislamiento al que le habían sometido.
Tras la muerte de Rogers, una revisión de incidentes graves, encargada por Corpus Christi College, ha identificado una «preocupante cultura de ostracismo social» instalada dentro del cuerpo estudiantil. Una «cultura» descrita como una «cultura de la cancelación» que imponía la exclusión de compañeros por conductas que la mayoría no consideraba adecuadas.
La imposición «woke»
Una suerte de reflejo o ramificación de la imposición de la cultura «woke», interpretada a su libre arbitrio por los estudiantes. El Corpus Christi College aceptó que existía tal cultura y que estaba al tanto de dos casos anteriores en los que se habían recibido quejas a través de canales formales en circunstancias «con algunas similitudes» con el caso de Rogers.
Son los efectos secundarios de la cultura de la cancelación imperante en los campus, donde una nueva moralidad y una nueva «justicia» canceladora se abre camino tan peligrosamente como para que un alumno se suicide tras un juicio popular sin justificación alguna.
Los campus asolados
El abogado de la familia ha pedido al forense que abordara el problema en sus conclusiones para evitar que ocurrieran tragedias similares. Al parecer Rogers se arrojó al río Támesis desde un puente y murió de un traumatismo craneoencefálico. No es precisamente esta una «cultura» nueva, pero sí son nuevas sus peligrosas añadiduras producto de la ideología «woke».
Tanto la Universidad de Oxford como el Corpus Christi College han informado de que ya están trabajando para que una tragedia así no vuelva a ocurrir. Un trabajo que pasa por extraer conclusiones mucho más allá de la superficie en el análisis profundo de la perniciosa ideología que asola los campus de todo el mundo occidental.