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El director del Instituto Cervantes, Luis García MonteroEFE

El Cervantes presenta su Observatorio Global del Español para «reforzar la identidad hispanohablante»

El nuevo Observatorio tendrá un pie puesto en Hispanoamérica por medio de su oficina en México

El Observatorio Global del Español echa andar oficialmente a partir de este lunes 11 de noviembre.

Aunque este nuevo organismo creado por el Instituto Cervantes ya lleva rodando desde el pasado mes de marzo, con la constitución de su primera Comisión Ejecutiva, y ya ha dejado su impronta en Informe Anual del Español 2024, se ha presentado oficialmente hoy en la sede de Madrid, con la presencia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

El nuevo Observatorio tiene su sede institucional en La Rioja y la operativa en Alcalá de Henares.

¿Qué es realmente este Observatorio y para qué sirve? Pueden preguntarse algunos lectores. Y la pregunta es natural. El Observatorio suena desde su mismo nombre a un chiringuito más vacío de competencias.

Con todo, tal vez este no sea el caso. O, al menos, se merece el beneficio de la duda. Al fin y al cabo, toda iniciativa respaldada por la administración del Estado destinada a fortalecer la lengua española es de agradecer en tiempos de pinganillos en el Congreso de los Diputados.

Para empezar, el Observatorio cuenta con la colaboración del gobierno de la Comunidad Autónoma de La Rioja, considerada cuna del español, además de la colaboración de la Unión Europea. El Observatorio, por lo tanto, no es un juguete más en manos del Ministerio de Exteriores.

Pese a los antecedentes recientes del Instituto Cervantes que pueden llevar a pensar que algún tipo de agenda se esconde tras la iniciativa, lo cierto es que en la presentación del Observatorio se ha dado la impresión de que hay un proyecto serio y con fundamento.

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, poeta conocido por sus habituales posicionamientos de izquierda en la línea de la agenda sanchista, explicó los objetivos y características del Observatorio y lo destacó como una herramienta más para fortalecer el mundo hispanohablante.

En ese sentido, sorprendió la puya lanzada a la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien con motivo de su toma de posesión exigió de nuevo a España que pida perdón a México por la conquista.

García Montero explicó que se abrirá una oficina del Observatorio del Español en América Latina y el Caribe con sede en la Universidad Nacional Autónoma de México «con la que vamos a firmar un convenio específico a primeros de diciembre en los días de la feria internacional del libro de Guadalajara».

En ese sentido subrayó que «los vínculos de la cultura española y la cultura mexicana son muy sólidos, yo diría que más sólidos que nunca, y al margen de cualquier coyuntura caprichosa».

Sobre los objetivos del nuevo Observatorio, el director del Instituto Cervantes destacó que estos son «analizar la situación del español en el mundo», «fomentar el conocimiento y prestigio de la lengua», «reforzar la identidad hispanohablante en su generalidad y en su diversidad», «proyectar España, la lengua española y la cultura hispanohablante en el plano internacional» y «transmitir valores de convivencia y respeto a las identidades culturales propias y ajenas».

Asimismo, aseguró que «trabajar por el español es recordar constantemente cómo una lengua mayoritaria respeta, colabora y se enriquece con otras lenguas con las que convive», una acotación innecesaria que suena más a disculpa que ha exposición de intenciones.

Por otro lado, García Montero también destacó dos características esenciales del Observatorio Global del Español.

La primera es su «plena integración en el Instituto Cervantes», y la segunda es «la estrecha colaboración con el gobierno de la Rioja a través de la Fundación Para la Transformación de La Rioja».

Esa colaboración «ha dado lugar a la firma de un convenio el pasado mes de julio donde se establece la aportación de cada una de las partes y donde se determina que la sede institucional del observatorio estará en La Rioja y su sede operativa, la sede de su equipo nuclear, estará en la sede del Instituto Cervantes en Alcalá de Henares».

De la intervención de Albares, lo cierto es que hay poco que destacar, pues se limitó a un discurso institucional en el que repitió los mismos tópicos que el director del Instituto.

Sin embargo, llamó la atención su llamamiento a seguir trabajando para «que el español siga con la pujanza con la que la está haciendo convirtiéndose en lengua vehicular y de referencia en todos los rincones del mundo». ¿También en la Cataluña de la inmersión lingüística en catalán?, cabría preguntarle al ministro.

Y es que esa afirmación suena a toda una contradicción en boca de un Albares que lucha a brazo partido para eliminar espacios al español en la Unión Europea para dejar sitio a la oficialidad del catalán en Bruselas.