El mismísimo rey de los gánsters, Al Capone, apodado Scarface, inspiró al escritor Armitage Trail para su novela que, desde el mismo título, no oculta sus fuentes. Scarface narra las peripecias criminales de Tony Guarino, alter ego de Al Capone, en el Chicago de los años 20. Su carrera criminal ha dejado un reguero de cadáveres, pero también ha dado pie a un imperio mafioso sostenido en el negocio ilegal del alcohol durante los años de la prohibición al que ni la policía se atreve a meter mano. La novela, de una violencia extrema, fue adaptada dos veces al cine. Con gran fidelidad en 1932 por otro grande del cine, Howard Hawks, y más libremente en 1983 por Brian de Palma y con Al Pacino de protagonista.