Oh, Jerusalén, de Dominique Lapierre y Larry Collins, es un libro a medio camino entre el ensayo de historia, la crónica periodística y el relato novelado. El libro recoge los sucesos que llevaron a la creación del Estado de Israel, desde los primeros congresos sionistas a finales del siglo XIX hasta la victoria israelí frente a la Legión Árabe jordana en la guerra de 1948. Es precisamente aquel conflicto en el que se centra la obra y, en particular, en la acción de los grupos paramilitares judíos Irgún y Haganá, gérmenes del futuro Ejército Israelí. El libro se centra particularmente en la batalla de Jerusalén, que acaba en manos de los jordanos tras la completa destrucción y demolición de su barrio judío. La Ciudad Santa acaba así dividida entre su lado oriental árabe y su lado occidental israelí. El Muro de las Lamentaciones, o Muro Occidental, quedará en el lado jordano y cerrado para el rezo judío, lo que hará completamente actual el lamento del Salmo 137, «si de ti me olvidara, ¡oh, Jerusalén!,…», que se convertirá en todo un lema de los israelíes con la mirada puesta en la que, tras la Guerra de los Seis Días décadas después, se convertirá en su capital.