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Detalle de Claude Monet leyendo (1872) de Renoir

Los sinónimos más raros de las palabras más corrientes en español

La sinonimia es la condición de sinónimo y en él, en ellos, está la belleza y la rareza de sus nombres

Siempre es la noticia en el español la riqueza de sus formas y de su vocabulario. La riqueza de su vocabulario es la opulencia de su sinonimia, un tesoro único en el mundo. La sinonimia es la condición de sinónimo y en él, en ellos, está la belleza y la rareza de sus palabras.

El acíbar o la desgracia

La familia es sinónimo de cuna, de linaje, de estirpe... términos más o menos conocidos, pero no tanto como prosapia. La familia es también la prosapia, sinónimo casi desconocido como el acíbar, que es la desgracia. La desgracia que puede haber sufrido, por ejemplo, un mendigo que también es un gallofo.

Se puede tener duda o hesitación, del mismo modo que se puede dar un beso o un ósculo. Para dar un ósculo a veces hay que ser valiente o barbián, que es lo mismo, aunque no se sepa y aunque no lo parezca. Quizá tras el ósculo de barbián alguien puede burlarse o befar. Los que befan suelen hacerlo de los torpes o de los gaznápiros, que por esto a su vez pueden llorar o lo que es lo mismo: jipiar.

Un vago o un vilordo

A veces también jipian los borrachos en su trance, en su borrachera o en su jumera. Y da igual que sea el primogénito o el unigénito, que también vale. El mismo unigénito que recién nacido emite un gemido o un vagido, que en el equivalente en el adulto puede ser un ululato.

Si alguien no tiene a menudo ganas de hacer nada no tiene por qué ser solo un vago. Puede ser también un vilordo. Y si este vilordo es pequeño, se le puede llamar tamarrizquito. Un recibo, como el del finiquito, puede decirse quitanza, que puede ser favorable o proficuo, a no ser que hablemos de un negocio de poca importancia o de un niquiscocio.

Hablar con gracia o con filis

En cualquier caso, lo obtenido es preferible no gastarlo a lo loco, o no impenderlo a lo loco, como siempre lo mejor, gracias a la impresionante riqueza del español, es hablar siempre con habilidad, gracia o delicadeza o, por decirlo más escuetamente, con filis.