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Javier Milei y un busto del emperador romano CalígulaGTRES

La «cultura» argentina compara a Milei con Calígula en una obra de teatro

En su desesperación ideológica y en la evidente ausencia de talento, incluso para la metáfora, han acabado con comparar al presidente con el emperador loco y sanguinario

Pese a los datos que indican que Argentina vive una resurrección económica, una situación que a buen seguro podrá repercutir en todos los ámbitos de la sociedad, incluida la cultura, en el medio o incluso en el corto plazo, la izquierda cultural del país americano no acepta los recortes de las subvenciones, el pesebre público sin el que muchos no sobrevivirán.

En su desesperación y en la evidente ausencia de talento, incluso para la metáfora, han acabado con comparar al presidente Milei con el emperador romano Calígula. Lo han hecho en una obra de teatro titulada Calígula, el juguete de un loco, escrita y dirigida por la argentina Marina Wainer y protagonizada por otros dos argentinos, Romina Pinto e Iván Steinhardt, fundadores de la compañía El Vacío Fértil.

Dicen que la obra surgió por lo «obscenamente parecido» entre lo que ocurrió en el año 41 d.C y lo que sucede en 2024. Dice Wainer, quien ha vivido en España casi toda su vida, que su obra es «un modo de protestar», siempre en la misma dirección. Otra de sus obras es El virus de la violencia, que trata la violencia en las cárceles, el feminicidio y la situación de las residencias españolas durante la pandemia.

Temas de actualidad político-cultural, lo «woke», las tendencias de izquierda, el sectarismo de la misma. Ahora hablan del odio, de que la historia se repite o de la violencia contra las mujeres como si, de forma fantástica, todo esto no hubiera existido por ejemplo durante el «kirchnerismo».

Efectivamente, la historia se repite, pero no precisamente en la poco afortunada e inevitablemente sectaria comparación entre Milei y Calígula, entre el economista que trata de recuperar la endémica economía hundida durante décadas de su país y entre el loco sanguinario y derrochador que fue emperador de Roma, de quien dicen que al principio fue populista, mientras se encantan a sí mismos con ocurrencias de manifestación sobre un escenario como «Yo quiero mi ley, Milei».