¿De dónde viene la frase 'tirar de la manta'? La expresión que nació de un caso de delación
La expresión surgió en Navarra en el siglo XVI durante la persecución de los conversos del judaísmo
Las últimas declaraciones de Víctor Aldama en sede judicial y de Juan Lobato en la sede del PSOE no solo han puesto contra las cuerdas al Gobierno de Pedro Sánchez, también han vuelto a popularizar la frase «tirar de la manta».
La expresión suele surgir periódicamente cuando hay algún gran caso de corrupción política, donde una pieza clave del caso amenaza con desvelar todos los detalles del caso y salpicar a las altas esferas si no se le concede este o aquel beneficio.
Pero ¿Qué significa? ¿Cuál es su origen? La Real Academia Española define «tirar de la manta» como «descubrir algo que se quiere mantener en secreto», y pone de ejemplo la frase «ocultaron el fraude hasta que alguien tiró de la manta».
Sin embargo, su origen se refiere a una costumbre perversa de la España medieval, relacionada con la cultura de la delación y el antisemitismo.
Según la Historia de la Legislación de Marichalar y Manrique, el origen de la expresión se encuentra en Navarra en los siglos XVI y XVII.
Esa obra explica que, en algunas localidades de Navarra, en las iglesias se colgaban de las paredes tapices donde figuraban escritos los apellidos de antiguos judíos conversos al cristianismo.
De esas iglesias destacaba la catedral de Tudela, en cuyo lienzo figuraban los nombres de los judíos que decidieron convertirse al cristianismo para no ser expulsados en 1492. A esos lienzos se los denominaba entonces popularmente «mantas».
En la España de la búsqueda de limpieza de sangre y de redadas contra los falsos conversos al cristianismo, esos tapices habrían sido una fuente de investigación para identificar a posibles falsos conversos a partir del apellido.
«Tirar de la manta» sería un modo elocuente para decir que se descolgaban los tapices para leer los nombres en ellos escritos e investigar a quienes portaran dichos apellidos.