Encuentro «150 años de Chesterton: su legado en el mundo hispánico»
Savater: «Chesterton defendía que los progresistas deben enfrentarse con los de su edad y no con su abuela»
El filósofo y escritor inauguró las Jornadas de la Fundación Herrera Oria sobre el legado del autor británico
El director de la Fundación Herrera Oria, Rafael Sánchez Saus, dijo que hacían falta poetas. Chesterton fue también poeta, además de periodista, ensayista y prosista. Algo parecido es Enrique García-Máiquez, que trajo al Chesterton del ámbito hispánico, admirado y seguido en la España de la época. La idea era profundizar en todas las visiones del escritor y pensador: la literaria, la lúdica y la católica en dos días de Jornadas chestertonianas por sus 150 años.
Chestertoniano «de primera hornada» es el filósofo y escritor Fernando Savater. Le introdujo su madre. Los libros de aventuras como La isla del tesoro se los compraba él, pero la madre del filósofo le traía a Chesterton a través del ratoncito Pérez en unos libritos de la colección Crisol que cabían debajo de la almohada. Savater descubrió el estilo en Chesterton a los 8 años con su Padre Brown. Lo describió como una droga, a Chesterton, filón de columnistas como maestro de sacar petróleo de la nada.
Chesterton y Voltaire
Habló Savater de la capacidad desmontar mitos como el de los progresistas que quieren acabar con las ideas retrógradas del pasado. Chesterton lo resolvía diciendo que uno debe pegarse con los de su edad y no con su abuela. El intelectual inglés que convirtió la vida en un gran relato. «Las ficciones sin las que no se puede vivir». El inmensamente prolífico y variado escritor de corta vida que desde niño provocó la adhesión para siempre de Fernando Savater.
Fue preguntado por la visión profética del protagonista, pero el filósofo cree que ya entonces se manejaban ideas más modernas. Previó las ideas «involucionarias» que llegaron y que permanecen. «Acertaba, como contemporáneo». «Chesterton no era muy simpatizante de Voltaire, pero Chesterton es muy «voltairiano» al escribir. Voltaire inventa el humor para que el lector libre de periódicos siga leyendo. Esto está en los grandes periodistas, el truco, sobre todo para que lo lean las señoras».
Si todo el mundo fuera católico Chesterton a lo mejor se hubiera hecho musulmán
Prosiguió el invitado: «Uno lee a Rousseau y no dice más que disparates, pero te convence porque se ha criado con mujeres que no tiene ninguna obligación de escucharlo». Y habló de aquello de «newtonianos para damas», para que aquellas lo entendieran. Y Voltaire también lo hizo. Dijo Savater que lo de laa manzana de Newton se le ocurrió a Voltaire para hacer atractiva la teoría de la gravitación. «Eso son los grandes periodistas y periódicos. Los que se lo toman todo en serio nadie les hace ni caso».
«Chesterton escribía en defensa del catolicismo porque escribía para protestantes. Si todo el mundo fuera católico Chesterton a lo mejor se hubiera hecho musulmán (risas), pero no hubiera escrito de ese tema. Él no era un apologeta. El se metía con Bernard Shaw porque quería una nueva ortodoxia. Se lanza al catolicismo muy avanzada su vida. Leerle como teólogo o sociólogo es leerle por las razones por las que él no leía a nadie. A él le gustaba la polémica y el enfrentamiento. Leerle como luz y guía es antichestertoniano», dijo Savater entre risas.
Es la victoria sobre el caos lo que nos permite vivir porque el caos es lo que nos destruye
Por otro lado afirmó, ya en el turno de preguntas que Chesterton tiene un estilo muy pegajoso. «Todos le imitamos, como a Borges. Te entra enseguida y crees que estás escribiendo tú, pero está escribiendo él. Conserva una voz inconfundible y característica. No sé si él evoluciona, pero nosotros evolucionamos con él». Sobre la añoranza del orden, contrasta su propia vida desordenada, preguntó Sánchez Saus:
«Es un buen ejemplo porque defiende el orden del mismo modo que los anarquistas defienden la anarquía. En El hombre que fue jueves un hombre se sube en el metro con un anarquista que se queja siempre del mismo camino..., pero eso es lo maravilloso, defiende el hombre», porque lo bueno es acabar donde uno pretende ir y no en en medio del mar o en la jungla. «Es la victoria sobre el caos lo que nos permite vivir porque el caos es lo que nos destruye».
Diferencia entre poesía y pedantería
Chesterton critica mucho los pensamientos pesimistas porque son el prototipo del pensador moderno. «El pesimista nunca regala nada. Vive irritado, pero no los remedia, mientas el optimismo cuando ve un mal se sorprende y entonces trata de solucionarlo. La literatura descubre el lado nebuloso de la vida. Chesterton defiende la literatura infantil porque acaba bien. Si los cuentos fuera apología de la violencia el ogro mataría al niño, pero aquí es el niño el que destruye al ogro. Es lo que nos refuerza. Es la diferencia entre la poesía y la pedantería, el pedante nos deprime porque nos hace sentir ignorantes y el poeta, en cambio, nos revela sentimientos que ya tenemos y por eso nos sentimos dueños del mundo».