Muñoz Seca: Jugar a las siete y media

Es un autor auténticamente popular. Dentro del teatro de humor, La venganza de don Mendo es una absoluta obra maestra. De todo el teatro español, sólo la iguala Don Juan Tenorio: por su éxito seguro y porque muchísimos españoles se han sabido de memoria fragmentos de las dos obras y los han aplicado, como muletillas, a las situaciones de la vida cotidiana.

Hace unos días, Alfonso Ussía publicó en El Debate un artículo excelente, como suyo, evocando las últimas horas de don Pedro Muñoz Seca. Por ser católico y monárquico, fue detenido en Barcelona, en 1936; luego, encarcelado, en Madrid. Se lo llevaron el 28 de noviembre de 1936 y fue vilmente asesinado, como muchos otros, en Paracuellos del Jarama. Un asesinato tan condenable como el de García Lorca.

La izquierda puritana (Díaz-Canedo) le censuró su humor absurdo y hasta su inmoralidad (¿). Se defendía: Muñoz Seca: «Dentro de lo cómico, los disparates me encantan». Después de La Codorniz y del teatro del absurdo, criticarlo por esto no tiene sentido.

Lo elogiaron Valle-Inclán, Azorín, Manuel Machado, Jardiel Poncela, Miguel Mihura… Representaron sus obras los mejores actores: María Guerrero, Margarita Xirgu, Catalina Bárcena, Pepe Isbert, Enrique Borrás, Manuel Dicenta, Juan Bonafé, Casimiro Ortas, Riquelme, Azaña, Aurora Redondo y Valeriano León…

La clave de su éxito la explica Paco Umbral: «Muñoz Seca era gracioso. Otros autores se hacen los graciosos y eso no funciona».

La venganza de don Mendo (1918) pertenece a un género que estaba muy en boga, la parodia, que toma en broma algo bien conocido: en vez de Tosca, La Fosca; en vez de La Boheme, La golfemia; en vez de Carmen, Carmela; en vez de Cyrano de Bergerac, Nitrato, tú, ¿qué les das?...

El día del estreno, 20 de diciembre de 1918, ABC mostraba su preocupación por los que «se sienten débiles ante el separatismo». No avanzamos…

¿A qué apunta la parodia de Muñoz Seca? ¿De qué se venga don Mendo? De varias cosas, a la vez: del drama poético modernista; del drama romántico; de la comedia del Siglo de Oro; de la tragedia, en general. Muñoz Seca es un verdadero maestro en los chistes verbales y en el uso humorístico de la métrica.

He seleccionado un fragmento de La venganza de don Mendo sobre el popular juego de cartas de las siete y media. A partir de él, Muñoz Seca logra expresiones tan felices que los españoles las aplican a cualquier aspecto de la vida cotidiana: «O te pasas o no llegas (…) Si te pasas, es peor».

La ingeniosa broma de Muñoz Seca sigue válida, hoy mismo: la oposición «no llega», pero el gobierno «se pasa», con sus constantes mentiras, y eso «es peor». Así estamos…