Fundado en 1910
Rupert Murdoch con el agua al cuello en Saint Tropez

Rupert Murdoch con el agua al cuello en Saint TropezGTRES

El 'Succession' de Murdoch: su derrota frente a tres de sus seis hijos amenaza con debilitar a la derecha norteamericana

Un informe del Estado de Nevada anula su pretensión de otorgar plenos poderes corporativos a Lachlan, el más conservador de sus retoños

Se puede decir, sin temor a equivocarse gravemente, que Rupert Murdoch acaba de sufrir la primera gran derrota de su larga —ya va por los 93 años en este mundo— existencia.

El magnate acostumbrado a usar las palancas de su emporio para marcar la agenda política en el mundo anglosajón –Tony Blair le consultaba previamente cualquier decisión importante en relación con la Unión Europea, mientras que para Donald Trump, probablemente, no hubiera podido conquistar, y reconquistar hace un mes, la presidencia de Estados Unidos sin el apoyo constante de Fox News– ha sido acorralado por el comissioner de Nevada (un alto cargo competente para defender los intereses del Estado) a cuenta de su herencia. Más la ideológica que la crematística.

Murdoch siempre dejó claro que los seis hijos habidos de sus tres primeros matrimonios —hoy está casado en quintas nupcias con Elena Zukhova— recibirían, una vez dejase este mundo, la misma cantidad de una fortuna estimada en miles de millones dólares.

Para hacer respetar esa voluntad, constituyó en 2006 en Nevada un fideicomiso que también otorga los mismos poderes en la gestión del emporio mediático a los cuatro mayores. Se trata de Prudence Macleod, hija del primer matrimonio, y de Elizabeth, James y Lachlan Murdoch, que conforman la prole del segundo.

El escollo surge del deseo del patriarca de otorgar todos los poderes corporativos y editoriales a Lachlan, en contra de lo inicialmente dispuesto.

El motivo por el que modificó el fideicomiso es ideológico: Lachlan es el único que se ha comprometido a mantener el portaviones Murdoch bien escorado a la derecha.

Motivos tiene: James ha apoyado abiertamente la candidatura de Kamala Harris en la última elección presidencial, mientras que Elizabeth organizó en su momento un evento de recaudación de fondos a favor de Barack Obama. Por eso Murdoch ha intentado modificar los términos y condiciones del fideicomiso.

Un acto de mala fe para el comissioner Edmund J. Goorman Jr. En un demoledor informe de 96 páginas, el funcionario de Nevada concluye que Murdoch intenta modificar «de mala fe» las cláusulas para potenciar el poder ejecutivo de Lachlan en la gestión «independientemente de las repercusiones que dicho control tendría sobre las empresas y los beneficiarios del fideicomiso». Los tres hermanos que recurrieron la decisión del padre se han mostrado satisfechos por el informe de Goorman.

Sin embargo, Murdoch puede recurrir y el frente de los hijos rebeldes no es monolítico: hace quince años, en plena crisis por las escuchas de The News of the World, Elizabeth conspiró, sin éxito, para sacar a James de la gestión de los medios británicos del emporio.

Murdoch también intentó reaccionar otorgando poderes de voto a los hijos que tuvo de su tercer matrimonio con Wendy Deng. Aún son menores de edad, pero de haber salido el plan adelante, se hubiera diluido el poder del resto de los hijos. La batalla no ha hecho más que empezar. ¿Vivirá Murdoch lo suficiente para presenciar su fin?

comentarios
tracking