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Alegría bajo una nueva luz

Tras el telón del nuevo espectáculo del Circo del Sol: Alegría vuelve renovado a Madrid y así es por dentro

El Circo del Sol vuelve a Madrid con el espectáculo que cambió la definición de 'circo' en todo el mundo

Han pasado 25 años desde que el espectáculo Alegría llegó a Madrid de la mano del Circo del Sol. Y desde entonces, la definición de la palabra 'circo', cambió. Por primera vez no había animales, una tradición circense que muchos veían fundamental. Pero con Alegría descubrimos que lo mejor estaba aún por llegar y podemos afirmar que han conseguido cautivar a una nueva generación.

Pero… ¿Qué tiene este espectáculo que a pesar de los años cautiva como el primer día? Alegría es toda una experiencia. El espectáculo empieza mucho antes de que se apaguen las luces. Entrar en la carpa es introducirse en un mundo de pura fantasía y de magia.

La vida de un artista

El artista francés Ghislain Ramage ha mostrado el proceso que él ha seguido para convertirse en un miembro por derecho del espectáculo. Con solo 5 años comenzó a ejercitarse en la Rueda Cyr, un aro metálico de su tamaño con el que es capaz de bailar por todo el escenario haciendo mil acrobacias y piruetas.

Tras graduarse en esta especialidad fue seleccionado por El Circo del Sol en 2011. El número que presenta tiene un largo recorrido que comienza en la sede oficial del Circo del Sol, en Montreal, Canadá. Ghislain y el director del espectáculo, van creando y cuidando cada detalle hasta cerrar el número que finalmente se presenta en la carpa ante todo el mundo.

Es un trabajo muy laborioso, que requiere un aprendizaje a base de aciertos, errores y lesiones que no pueden producirse sobre unas tablas de alto rendimiento.

Respecto a su 'compañera de baile', la Rueda Cyr, admite que siempre ha sido una relación de amor y odio. Ghislain fue uno de los primeros en poner el foco a esta especialidad. Lo que supuso crear trucos y piruetas desde cero, haciendo el proceso artístico y físico mucho más admirable. Después de superar lesiones y frustraciones, ha conseguido llegar a querer esta especialidad que hoy en día le da de comer. Una trayectoria de 20 años que culmina en Alegría bajo una nueva luz. «Un sueño hecho realidad desde que era niño», ha admitido el artista.

Bajo una nueva luz

Este espectáculo es una adaptación del original de 1994 producido por el Circo del Sol. Gracias a su música tan icónica y sus trajes, Alegría ha sido un referente. Con una música renovada, pero sin perder la esencia, Alegría bajo una nueva luz consigue, como explica la propia organización, «evocar esos sentimientos en nuestro interior difíciles de comprender». La música es en directo y la orquesta está formada por cinco músicos y dos cantantes que refuerzan el impacto emocional de las acrobacias.

Gracias a Francis Jalbert, publicista senior, se puede entender mejor por qué este espectáculo ha vuelto a relanzarse. En los años 90, Alegría causó un efecto emocional muy fuerte en el público, tanto por su narrativa como por la música. La historia habla de la esperanza y el cambio, una temática que «hoy resuena incluso con más fuerza».

El espectáculo cuenta con 55 artistas, acróbatas, músicos y cantantes. Todos ellos actúan en los nueve actos de Alegría. Además, si hay algún imprevisto, hay dos artistas adicionales para hacer rotaciones; también en caso de que alguien caiga enfermo. De esta forma, es factible hacer más de ocho actuaciones por semana. Cuando se está de gira, el calendario es más exigente y cada artista puede llegar a realizar hasta once funciones semanales, reduciendo así el número de entrenamientos.

Vestuario y escenario

Una parte fundamental es el vestuario. Los trajes son fundamentales para que la magia surja y el espectador pueda empaparse en ese mundo paralelo donde todo es posible. Pero, aparte de que sean un placer visual, ha de ser funcional para que el artista pueda realizar su número. El proceso de creación comienza en la propia sede oficial del Circo del Sol, donde el director creativo hace un boceto plasmando la idea principal y, una vez a gusto con el resultado, se trabaja con el artista para que esa ropa le sea cómoda. Los trajes se diseñan a mano y son exclusivos para cada artista, «tomando cientos de medidas del cuerpo», explica Jalbert. Gracias a la tecnología de hoy en día, «se llega a recrear un modelo 3D de la cabeza para que las medidas sean exactas y quede estético pero cómodo a la hora de actuar».

Otro factor imprescindible es el escenario, un artista más que cobra vida durante el espectáculo. Cuenta con plataformas giratorias y un trampolín oculto para dar sentido al espectáculo. Gracias a la tecnología, luces y sonido, éste cambia y se transforma con cada actuación, en cada ciudad, con cada tipo de público, manteniendo la esencia del espectáculo original.

Alegría bajo una nueva luz no decepciona en su nueva adaptación. Hay números diferentes respecto al de 1994, pero también el ojo del espectador cambia con los años y evoluciona a uno más crítico y difícil de sorprender con todos los estímulos a los que está expuesto el espectador. Lleno de magia y alegría —nunca mejor dicho—, el Circo del Sol ofrece la oportunidad de viajar durante casi dos horas a otro mundo de fantasía y olvidar todas las preocupaciones. Una mezcla de nostalgia y frescura que queda demostrada a la salida del espectáculo.