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Detalle de Retrato de un hombre (1521) de Alberto Durero

Cinco expresiones comunes que casi nadie entiende bien

«Tener la mosca detrás de la oreja» o «aquí hay gato encerrado» esconden particularidades que no todo el mundo conoce

Muchas veces se repiten al hablar expresiones de forma mecánica porque así se han oído siempre. Se ha vivido el contexto y la pronunciación de la frase y por comparación o relación o confusión se ha asociado su significado con algo que nada tenía que ver. Estos son algunos ejemplos:

«Tirar los trastos»

Se suele asociar esta frase con otra similar: «Tirar los tejos». Pero nada tienen que ver una con otra. «Tirar los tejos» viene del juego que consistía en tirar un tejo (un trozo de teja) o una piedra para derribar un palo clavado en el suelo. La expresión hace referencia a tirar el tejo cerca de la chica que gustaba para tener oportunidad de acercarse y así poder hablar con ella. Todo lo contrario que «tirar los trastos», que en realidad tiene que ver con discutir de forma vehemente: «Tirarse los trastos a la cabeza».

«Montar un poyo»

Quizá ya le haya sorprendido que el «poyo» sea «poyo» y no «pollo», referido al «Banco de piedra u otra materia arrimado a las paredes, ordinariamente a la puerta de las casas de zonas rurales». Viene del latín «podium» y se refiere a cuando alguien daba discursos públicos o políticos subido al «poyo» y por ello se producían discusiones y peleas.

«Tener la mosca detrás de la oreja»

Si el «poyo» no es el «pollo», aquí la «mosca» no es el insecto sino la mecha que necesitaba el arcabuz, un arma de fuego antigua, para encenderla y poder disparar. La expresión es una locución adverbial que significa, según la RAE «Estar escamado, sobre aviso o receloso de algo», y esto viene de que el arcabucero solía llevar la mosca (la mecha) en la oreja, para encenderla lo más rápido posible.

Decir algo con «rintintín»

Nunca fue «rintintín» sino «retintín». La confusión viene de Rin Tin Tin, un perro famoso de la televisión, que nada tiene que ver con el «Tonillo y modo de hablar, por lo común para zaherir a alguien», que es la forma correcta: «retintín», que también es en su primera acepción según el DRAE: el «Sonido que deja en los oídos la campana u otro cuerpo sonoro».

«Aquí hay gato encerrado»

Según la RAE, «haber gato encerrado (en algo)» es una locución verbal que significa «Haber algo oculto o misterioso (en ello)». Como el «poyo» y la «mosca» no son «pollo» ni el insecto, respectivamente, el «gato» no es un gato, un felino, sino la bolsa cerrada con un lazo o cuerda donde se guardaba el dinero y a la que se llamaba así, «gato», en el XVI y el XVII. En aquellos tiempos los ladrones usaban la expresión para decir que en un determinado lugar había dinero u objetos para robar: «Aquí hay gato encerrado», la expresión que con el tiempo se utilizó en el sentido que indica el diccionario.