Nieves Herrero en la redacción de El Debate instantes antes de la entrevista
Nieves Herrero: «Hay que esperar a que haya algo judicial que sirva de buen título de novela a Begoña Gómez»
La periodista presenta Luna Roja, una novela policíaca en el Madrid de los años 50
¿Podemos imaginar a Agatha Christie entrando, con un ejemplar de Muerte en el Nilo bajo el brazo, en la redacción de El Debate y compartir su admiración por sus espectaculares vistas de Madrid? Quizás resulta absurdo plantearse algo así, pero al ver entrar a Nieves Herrero en el periódico con su última novela, Luna Roja (Ediciones B), bajo el brazo, lo primero que se viene a la mente es esa imagen.
Y es que el nuevo libro de la célebre periodista forjada en las filas de TVE a las órdenes de Jesús Hermida bebe mucho de la obra de la «reina del misterio».
La novela de Nieves Herrero tiene en común con las novelas de Agatha Christie ese mundo de alta sociedad, de glamour que, sin embargo, oculta un lado oscuro que resulta irresistiblemente atractivo.
Nieves Herrero acude a la redacción de El Debate para hablar de Luna Roja donde cambia de registro y se mete de lleno en una historia policíaca en un Madrid de los años 50 en el que una periodista —fiel reflejo de la periodista española Margarita Landi— ayuda a la Policía a resolver un crimen en la alta sociedad madrileña.
— Una pregunta que siempre me surge cuando leo novelas escritas por periodistas: ¿hacer literatura es la forma que tiene un periodista para desintoxicarse de una actualidad política que con frecuencia resulta ponzoñosa?
— Podría ser. Puede ser una vía de escape, pero, en mi caso fue una profesora de literatura en el colegio la que me dijo que tenía que dedicarme a escribir. Lo primero fue empezar a escribir y luego me habló de una profesión que era el periodismo.
Adoro mi profesión porque me despierta interés por determinados personajes que luego puedo llevarlos a los libros
Por lo tanto, lo primero fue escribir, y ya lo segundo, lo que me envenenó completamente, fue el despertar en mí de una vocación por contar historias. Como decía Hermida, al final los periodistas somos contadores de historias. Adoro mi profesión porque me despierta interés por determinados personajes que luego puedo llevarlos a los libros.
La sensación que yo tengo es que en el periodismo todo pasa muy rápido y eso a mí me genera mucha angustia. En cambio, un libro da la sensación de que está para siempre en la casa donde haya llegado. Puede pasar hasta de mano en mano, y esto ya me da un poco más de tranquilidad.
— Sus novelas están protagonizadas por mujeres reales, o inspiradas en mujeres reales, de la alta sociedad o que se relacionan con la alta sociedad. La temática, el estilo, hasta el diseño de cubierta, invita a pensar que su público objetivo son las mujeres y, quizás, las mujeres interesadas en el mundo de las celebrities. ¿Es así? ¿A quién van dirigidas sus novelas?
— Yo cuando escribo nunca pienso quién es el que me va a leer. De verdad que no lo pienso. Tenía muchas ganas de escribir de una periodista que empezaba en el mundo de la moda para luego, poco a poco, acercarse al mundo del suceso e instalarse como colaboradora de la Policía para resolver determinados crímenes.
'Luna Roja' es una novela de misterio, una novela policiaca a la antigua usanza
Todo está inspirado en Margarita Landi, que fue periodista de moda y luego entró de lleno en el mundo del suceso colaborando con uno de los comisarios, Benito Poveda.
Inspirándome en ella he creado Margot (por Margarita) y a una serie de personajes que son de ficción y que no tienen nada que ver con la vida de Margarita. Pero sí que he querido hacer ese guiño a una mujer a la que yo admiré mucho cuando empezaba en el periodismo.
Y volviendo a tu pregunta, pues a mí lo que realmente me gusta es que me lean hombres, mujeres…, o jóvenes, que ya se pueden acercar a esta lectura.
Es una novela de misterio, una novela policiaca a la antigua usanza. Mira, uno de los primeros que se ha leído la novela ha sido el vicario de la Basílica del Pilar, y me he quedado muy impresionada porque se puso en contacto conmigo a través de una amiga y me dijo que se ha leído el libro de arriba abajo. Además, hay un sacerdote que tiene un peso específico en la novela y le ha gustado mucho. Es una novela de misterio a la que puede acercarse a ella a cualquier persona.
Sí que es verdad que yo en la novela histórica tengo más lectoras que lectores. Ahí te doy la razón. Pero, sin embargo, me he dado cuenta de que, últimamente, tengo muchos lectores jóvenes, y me encanta. Quizás los personajes han ido atrayendo poco a poco a la gente más joven, todo a raíz de la serie Lo que escondían sus ojos, que me ha ayudado mucho a la hora de escribir y de visualizar lo que hago.
— Con este libro se introduce en el mundo de la literatura policíaca. ¿Cuál cree que es la clave para un buen crimen de novela?
— Para un buen crimen de novela lo esencial es que el asesino no dé la cara rápidamente, sino que la gente vaya pensando: ‘Ah, pues es este. Pues es esta. Pues…, ¡ay, no! Es esta otra persona’. Que la gente vaya descubriendo la verdad al mismo tiempo que la propia Margot Sanz Peters, que vaya averiguando y descartando, porque en principio todos pueden ser los asesinos, aunque al final, efectivamente, Margot ayuda muchísimo a desenmascarar a la verdadera persona que ha cometido esos crímenes en la alta sociedad de los años 50. Incluso se va a ofrecer de conejillo de indias para ayudar a detener al asesino, al verdadero asesino.
A mí me parece apasionante este mundillo en el que he empezado y me lo he pasado muy bien escribiendo y creo que el lector lo nota porque me están diciendo que es la novela donde me ven que escribo más suelta. Y era porque yo (mientras escribía) ya estaba deseando escribir el siguiente capítulo. Iba más suelta y realmente me encanta que hasta eso se perciba.
En otras de mis novelas han dicho que había mucho sentimiento, y es verdad. Por ejemplo, en Esos días azules yo acabé escribiendo la novela sobre Machado llorando. Y eso lo detecta el lector. ¿Cómo es posible? Entrar en esa comunión con el lector a mí me encanta.
— Margot Sanz es un reflejo de Margarita Landi, pero ¿hay también algo de Nieves Herrero en ella?
— En todas las novelas siempre hay algún personaje donde metes algo tuyo. Yo me he sentido muy cómoda con Margarita porque Margarita, de alguna manera, abría el camino a todas las generaciones que veníamos por detrás. Entonces, claro que hay de mí, claro que hay de ese espíritu periodístico de intentar descubrir la verdad.
Como decía Conan Doyle en Sherlock Holmes, la verdad se esconde en pequeños detalles. No tiene por qué ser algo muy evidente. A veces hay una gran verdad que estaba delante de ti, pero era un pequeño detalle, y el pequeño detalle que está en la novela al final es muy determinante.
Me he metido en un mundo que me parece fascinante. Yo creo que ya estaba preparada para meterme en ese mundo, porque desde niña mi padre era muy lector de todas las novelas de Agatha Christie y Sherlock Holmes. Siempre hemos estado imbuidos en casa en ese espíritu.
A mí me encantan los personajes con calado histórico y nadie puede negar que la Reina Letizia lo tiene
Y luego, por otro lado, mi marido…, es que no hay forma de ver algo con él en la televisión que no tenga que ver con algún tema policíaco. No coincidimos en nada, tenemos gustos completamente diferentes. A él le gusta mucho la ficción y a mí me gusta la realidad. Entonces, en el único momento donde los dos nos sentamos juntos a ver algo en la televisión es con temas policiacos.
Esto y que Paco Pérez Abellán me invitó a ir a uno de sus másteres, que era precisamente de criminología, pues yo ya tenía en la cabeza un ‘tengo que hacerlo, tengo que hacerlo’. Pero me faltaba el empujón. Y bueno, entre mi editora, Carmen Romero, que me dijo: ‘Ya ha llegado el momento’, y los Carmen Mola, que me los he encontrado en tantos eventos, y me decían: ‘Pero Nieves, hazlo ya de una vez’..., entonces ha sido todo un poco. Las lunas y los astros se han alineado y ha sido posible hacerlo.
— En Luna Roja la Duquesa de Alba tiene gran protagonismo. Ha novelado también las vidas de la Reina Victoria Eugenia, de Ava Gardner… ¿Le gustaría escribir una novela con la Reina Letizia de protagonista?
— ¡Guau! Qué quieres que te diga, es uno de los personajes, sin duda... A mí me encantan los personajes con calado histórico y nadie puede negar que la Reina Letizia lo tiene. Tiene, además, esa cualidad de no haber nacido en una cuna de sangre azul, sino que era uno de los nuestros, una de la tribu, como diría Arturo Pérez-Reverte.
Ella era una gran periodista, creo que uno nace y muere periodista, y de repente da ese salto y se convierte en la Reina de los españoles. Creo que tiene un novelón. De hecho, en El joyero de la Reina, quien aparece en las primeras páginas es ella. Me sirve para irme luego hacia atrás y hablar de las joyas y de la vida de Victoria Eugenia de Battenberg. O sea que ella ya ha salido…, ha enseñado la patita en una de mis novelas y me parece un gran personaje.
— Ya para terminar: ¿Cómo titularía una novela protagonizada por Begoña Gómez?
— ¡Ay! Pues mira, creo que todavía está por escribir, porque tenemos que esperar. A mí no me gusta lapidar a nadie. Hay que esperar a que haya algo a nivel judicial que nos sirva para poner un buen titular.
De momento vamos a dejarlo en stand by. Creo que tendría también…, es que yo no hay donde mire que no vea novelas. Incluso en gente anónima, como cuando cojo un taxi y a veces el taxista me cuenta cosas que digo: esto sería objeto de novela. Mi paranoia ya llega a un punto que entiendo las vidas como novelas. Entonces déjame que el titular lo pongamos cuando sepamos realmente qué va a pasar con ella.